El proyecto fue discutido en particular por la Comisión especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con niños, niñas y adolescentes del Senado.
La Comisión especial de Niñez del Senado aprobó el proyecto de ley que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia. El objetivo es separar las funciones del SENAME en dos nuevos servicios, logrando una protección más efectiva de los derechos de niños, niñas y adolescentes (NNA).
El año 2002 el Informe del Comité de Derechos del Niños recomendaba a Chile que “establezca dos sistemas claramente separados (en términos de administración y de aplicación) para los niños que necesiten cuidado y protección y los niños que estén en conflictos con la ley, adoptando los dos proyectos de ley, uno sobre la protección de los niños que necesitan asistencia y el otro sobre niños en conflicto con la ley”.
La institución se crea como un servicio público descentralizado, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, sometido a la supervigilancia del Presidente de la República a través del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
El Servicio tendrá por objetivo la protección especializada de niños, niñas y adolescentes, entendida como el diagnóstico, la restitución del ejercicio de los derechos vulnerados debido a abuso sexual, maltrato en cualquiera de sus formas, explotación sexual o laboral, negligencias grave o abandono y la reparación de las consecuencias provocadas por dichas vulneraciones.
La Subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, comentó que “estamos avanzando a paso firme. Son cambios importantes, poniendo el foco en los niños, niñas y adolescentes del país. La idea es trabajar con las familias, siempre guardando su derecho preferente y a que los niños, niñas y adolescentes puedan vivir con ellas, potenciando los programas ambulatorios de manera de no separar a los niños de sus cuidadores principales y, potenciando a las familias de acogida, los modelos de intervención de carácter familiar y no masivo”.
La solidaridad y cooperación pública privada es un pilar fundamental del nuevo servicio, y lo ha sido desde el inicio del sistema de protección de la niñez en Chile. En este sentido, las personas y la sociedad civil han demostrado su compromiso histórico y vital con el bienestar de los niños, y están llamados a seguir aportando y contribuyendo a dar solución a los requerimientos que impone la protección especializada de los niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos.