La ciudad de Río de Janeiro y la vecina Niterói, en Brasil, anunciaron hoy en forma conjunta el cierre de la hotelería y el comercio durante diez días, del viernes próximo al 4 de abril, en otro intento por mitigar las graves consecuencias del coronavirus que azota al país, el segundo más golpeado por la pandemia.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, aseguró en rueda de prensa que se adoptaron estas restricciones «por absoluta necesidad y escuchando mucho a la ciencia», y pidió la colaboración de los vecinos para salvar vidas.
Durante los diez días solo podrán abrir los servicios considerados esenciales, como farmacias, supermercados, estaciones de servicio y bancos.
Establecimientos como bares, restaurantes, centros comerciales, museos, bibliotecas, gimnasios, escuelas, universidades y guarderías deberán permanecer cerrados, según la agencia de noticias Sputnik.
Río de Janeiro y Niterói están separadas apenas por un puente que cruza la bahía de Guanabara, y juntas suman más de siete millones de habitantes.
Sus alcaldes destacaron la importancia de tomar medidas de forma coordinada y con una visión metropolitana, al considerar que carece de sentido que una ciudad cierre y la de al lado se mantenga abierta.
El anuncio se produjo después de un intento frustrado de que el movimiento lo liderara el gobernador del estado Río de Janeiro, Cláudio Castro, que está más alineado con el presidente Jair Bolsonaro y por tanto es contrario a este tipo de limitaciones.
Durante los diez días solo podrán abrir los servicios considerados esenciales, como farmacias, supermercados, estaciones de servicio y bancos. El sistema hospitalario de Río de Janeiro está al borde del colapso desde hace varios, debido al brusco aumento de casos graves de covid-19, lo que hizo que las autoridades tomaran la drástica e inédita decisión de prohibir a sus habitantes acudir a sus playas este fin de semana.
Según datos de la secretaria municipal de Salud, el porcentaje de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales es de 96%.
A pesar de la desesperante situación por la que atraviesa todo el gigante sudamericano, Bolsonaro volvió a sorprender hoy al afirmar no obstante que el país «está bien» y que incluso constituye un «ejemplo» contra el coronavirus.
Brasil es el segundo país más golpeado por el flagelo, detrás de Estados Unidos, con 12.047.526 casos confirmados de coronavirus desde el comienzo de la pandemia (49.293 en las últimas 24 horas), de los cuales 1.244.106 personas tenían la infección activa y 295.425 murieron por la enfermedad, informó esta noche el Ministerio de Salud.