En un encuentro con más de 750 mujeres de Chile y el extranjero la candidata del partido socialista presentó su “Manifiesto”, documento que recoge sus propuestas y también sus críticas el ejercicio de la política durante las últimas décadas. La instancia fue convocada por la Red de mujeres con Paula, en que se encuentran quienes proclamaron a la candidata a través de la carta enviada al Partido Socialista, como Maya Fernández, Carmen
Andrade, Fanny Pollarolo, Lya González y Soledad Barria entre otras.
La cita comenzó con cerca de 20 minutos de retraso porque las asistentes continuaban conectándose al zoom desde distintos lugares del país y chilenas residentes en Austria, Suiza, Francia, México, Estados Unidos, Suecia, Ecuador, México y Canadá. Entre las participantes, se vieron rostros como Kenny Hirmas, esposa de Sergio Bitar, Marcia Scantlebury, María teresa Chadwick; y parlamentarias como Isabel Allende, Maya Fernández y Daniella Cicardini.
Durante los primeros minutos, se hizo un minuto de silencio por las 32 mil personas fallecidas producto de la pandemia; y se proyectó un vídeo hecho por mujeres de regiones con mensajes en apoyo a la candidata. Posteriormente, intervinieron Fanny Pollarolo y la abogada de la bancada de senadores del PS Evelyn Pino.
El momento central del encuentro fue la intervención de la candidata del PS, quien presentó un manifiesto en que
planteó asumir la deuda histórica con las mujeres que han aportado a la reproducción de la vida y de la sociedad,
“cuidar a las niñas y niños, a las personas mayores y dependientes, debe ser una función social, ni privada ni de
las mujeres exclusivamente. Por ello mi compromiso es instalar un sistema integral de cuidados que asuma estas
tareas con corresponsabilidad social del Estado, las empresas, los hombres y mujeres y que incluya a quienes se
dedican al cuidado en la renta básica universal”.
Asimismo, realizó una autocrítica y crítica al mundo político por no haber tenido la unidad necesaria para avanzar
en cambios estructurales al sistema durante las últimas décadas; señalando que “las fuerzas políticas de centro
izquierda logramos importantes avances para Chile, especialmente en los gobiernos de la presidenta Michelle
Bachelet. Sin embargo, no tuvimos la unidad, la fuerza y suficiente voluntad para impulsar los cambios profundos
al modelo neoliberal que nuestro país necesitaba para construir un Chile más justo y digno. Ese modelo inamovible, que separa a las personas, viola su dignidad, las somete a abusos, las hace sentirse impotentes, enojadas y desesperanzadas, es también una manera de violencia si no somos capaces de transformar de raíz sus bases de funcionamiento”, señala el documento.
“Como candidata, no voy a prometer lo imposible, pero tengo la fuerza para comprometerme con un pacto político, social, ambiental que se haga cargo de las realidades de hoy, de los sentidos comunes de los chilenos y chilenas, con un Chile nuevo, que ya existe, pero que no está ni representado ni reconocido en su diversidad”, expuso.
Respecto a sus propuestas, Narváez expresó que “si soy elegida, durante los primeros 100 días de mi gobierno, convocaré a un Consejo Ciudadano Paritario en materias sociales y económicas, instalaré una Defensoría de la Ciudadanía e implementaré un sistema de participación directa, a través de plataformas digitales y otros medios, para que cualquier persona y en cualquier lugar del territorio pueda entregar sus opiniones y propuestas.
Reconstrucción y estallido social
La candidata del PS planteó que es su voluntad “implementar un programa integral de reconstrucción sustentable, solidaria y con perspectiva de igualdad de género. Tenemos que invertir en la gente, asegurar ingresos básicos, programas de capacitación masivos que permitan reconvertirse y aumentar la participación laboral de las mujeres y de los jóvenes; apoyar a las pymes, y a empresas que aceleren la transición para descarbonizar la economía” (…) “estimularemos la economía con planes de inversión pública, fortaleceremos la salud pública y la telemedicina para recuperar las atenciones postergadas y renovaremos la infraestructura de 300 escuelas públicas”.
Por otro lado, Narváez sostuvo que es un imperativo ético que se garantice “el derecho a la verdad, justicia, deber de reparación y garantía de no repetición a las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en contexto del estallido social. No es admisible la impunidad de esos crímenes en el marco del Estado de Derecho, la señal del Estado debe ser clara y sin reservas”.
