El candidato a concejal por Quilpué (RN) señaló que una ciudad ambientalmente sana debe contar con un arbolado urbano que esté en buenas condiciones, y cuyas podas no continúen siendo drásticas y mal realizadas.
En el marco de trabajar por un Quilpué verde, autosustentable y que se ajuste a los requerimientos de una ciudad en armonía con el medio ambiente, el candidato a concejal por la comuna, Felipe Matamala Valenzuela (RN), alzó nuevamente la voz en representación de los vecinos que una vez más, hoy, se encuentran molestos debido a que han
presenciado podas del arbolado urbano cuya ejecución se lleva a cabo por parte del municipio con el único propósito de despejar el cableado eléctrico, sin tomar en cuenta lo más importante, que son los ciclos vegetativos, el tipo de especie y el fomento del cuidado y respeto por la flora de la ciudad.
“He recibido vídeos en que la forma en que se están realizando las podas durante el otoño en distintos sectores de Quilpué se están haciendo en forma indiscriminada, sin considerar el costo que esto tiene en la naturaleza y en la vida cotidiana de los habitantes de nuestra comuna. Muchos de ellos entienden del tema y ven cómo las cosas continúan haciéndose de la peor forma. Se han quejado de este tipo de acciones, que no ayudan a poder tener un mejor medio ambiente para la ciudad, de respetar el ciclo vegetativo y de tomar en cuenta de que todas las especies arbóreas no son iguales. Hay que generar un cambio cultural, lo que es fundamental para proteger a las futuras generaciones del cambio climático”, indicó el quilpueíno.
Respecto a los vídeos subidos a Twitter por la “Red Árbol Urbano, por un Chile Arbolado”, “por lo general, la principal crítica a este tipo de procesos es que, más que poda, parecen tortura de árboles, porque no se aplica un criterio técnico biológico sobre el ciclo vegetativo de estos árboles; no es podar y contarlos en cualquier momento del año. No todas las especies son iguales, por lo que no se pueden podar de la misma forma ni en el mismo período de tiempo, y lo que hace esto es debilitarlos. Aunque vuelvan a brotar en primavera, está demostrado que estos procesos van debilitando poco a poco los árboles, que se terminan muriendo y cayéndose durante los temporales, lo que genera mayores problemas”, indica Rodrigo Mondaca, geógrafo PUCV.
123 ANIVERSARIO DE QUILPUÉ
En este sentido, y en el marco de los 123 años que Quilpué acaba de cumplir en abril de este año, Felipe Matamala enfatiza en que hay que apuntar a generar un cambio cultural. “Las cosas no se pueden hacer como antes, se tiene que generar un cambio en la conciencia y en la cultura para respetar este tipo de elementos urbanos que son fundamentales, es decir, el arbolado urbano en buen estado, en forma sana, es elemental para mantener a la ciudad protegida del cambio climático, de las islas de calor. Los árboles siempre han sido refugio y sombra en el verano.
Entonces, una ciudad ambientalmente sana debe contar con un arbolado urbano que esté en buenas condiciones, y este tipo de acciones no ayuda a poder tener un mejor medio ambiente para la ciudad”.
El candidato a concejal por Quilpué (RN), reafirmó su férreo compromiso para trabajar por una ciudad más verde y sostenible, que permita a los ciudadanos se conecten con la naturaleza y puedan favorecerse de los múltiples beneficios que presta la vegetación urbana, tanto al medio ambiente como a la salud y calidad de vida de las personas.
