La ola de Covid-19 en China «básicamente ha terminado», declaró hoy el jefe del grupo de respuesta contra el coronavirus de la Comisión Nacional de Sanidad de China, Liang Wannian.
China «ha resistido el impacto y el desafío de esta ola de covid-19», aseguró en una rueda de prensa el funcionario, en la que agregó que la población ha establecido «una barrera de inmunidad relativamente buena» frente a la enfermedad.
Sin embargo, la epidemia «no ha terminado por completo», advirtió Liang, que añadió que las infecciones siguen produciéndose «de forma esporádica y localizada» en la geografía del país asiático, recoge el portal de noticias Sina News.
Por su parte, el portavoz de la Comisión Mi Feng declaró que «el virus sigue mutando» y pidió «centrarse en la protección de la salud y la prevención contra cuadros graves».
La semana pasada, la cúpula dirigente del Partido Comunista de China (PCCh) declaró que el país había logrado una «victoria decisiva» contra la pandemia desde que comenzase a desmantelar la política de ‘cero covid’ a finales de noviembre.
A finales de 2022, China comenzó a relajar la estricta política de ‘cero covid’ que llevaba vigente casi tres años y que consistía en confinamientos allá donde se detectasen contagios, cierre casi total de fronteras y pruebas PCR constantes a la población.
China registró un total de 83 150 muertes en hospitales relacionadas con la covid-19 entre el pasado 8 de diciembre, cuando comenzó el desmantelamiento de la política de ‘cero covid’, y el 9 de febrero, según datos del Centro de Control de Enfermedades de China.
La relajación de las restricciones dio pie a una rápida expansión del virus por la geografía china durante los meses de diciembre y enero, meses en los que se registraron escenas de gran presión hospitalaria y en los que algunas voces pusieron en duda la veracidad de las cifras ofrecidas.
Tras casi tres años de duras restricciones que acabaron cristalizando en protestas en diversas partes del país, China comenzó a desmantelar la estrategia de ‘cero covid’ a finales de 2022, y el pasado 8 de enero redujo de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la gestión de la enfermedad, marcando así en la práctica el final de esta política.