No era fácil la partida para Fabrizio Copano. Las pifias que dejó la partida de Christina Aguilera eran el marco inicial para el inicio de la rutina del comediante, quien apostó por una rutina cargada a la contingencia, la ironía y la interacción con algunos de los presentes en las primeras filas de la Quinta Vergara.
José Luis Repenning, Gonzalo Valenzuela y Marcianeke fueron parte de sus «víctimas», en un contexto de diálogos, bromas y el relato de situaciones.







Un escenario ambientado como un dormitorio, con el joven humorista despertando de una «pesadilla» representada con imágenes del estallido social y la pandemia.
Y al final, una sorpresa de proporciones, ya que invitó al escenario a Pedro Ruminot y Sergio Freire, compañeros en el Club de la Comedia, rememorando una historia contada por sus invitados en donde eran comparados con la agrupación musical Los Bunkers.








Fue al final y para rematar la historia, que Rodrigo Salinas apareció en el escenario de la Quinta Vergara junto a la agrupación penquista, en medio de una ovación del público.
Una rutina que confirmó la madurez del mejor comediante chileno del momento, lo que se ha representado no sólo por su presencia en la TV de los Estados Unidos, también por su manejo de las situaciones, el aplomo exhibido y la flexibilidad para actualizar su monólogo a los hechos ocurridos en los últimos días, incluyendo al propio festival.






Crédito imágenes: Agencia Uno