Estamos viviendo un importante incremento sobre los atrasos en el pago de cotizaciones previsionales, las que llegaron a un record histórico el 2022. De muchas formas esto tiene su origen en la pandemia, lo que ha afectado a trabajadores independientes principalmente y colaboradores de Pymes.
Desde nuestra expertise como asesores de emprendedores, nos atrevemos a considera que el incremento de los atrasos previsionales son consecuencias de los largos confinamientos. Han sido años duros e inciertos económicamente, donde muchos empresarios bajaron telones, porque simplemente las deudas no esperaron y aun cuando la ayuda se presentó, no abarcaba las necesidades reales.
Es un hecho que la ley nos permite declarar las imposiciones y aplazarlas, pero ¿es esto una adecuada decisión?, ¿podríamos considerar una salida viable el dejar de pagar imposiciones?, ¿a qué se expone el empleador? Lo cierto es que un empleador que no paga las cotizaciones de sus trabajadores, es un empleador que infringe la ley de forma grave.
Es importante que se entiendan las implicancias de esta situación, que no sólo afectan a los colaboradores sino que a las pequeñas y medianas empresas en general. Por ejemplo, este grupo de empresas y son las que generan el 65,3% (4.857.949) del total de los empleos formales en el país (7.432.926), no podrán percibir recursos de fomento productivo, que por ejemplo, deriven de proyectos con instituciones públicas o privadas que forman parte de la red de fomento, tales como Sercotec, Corfo, Municipalidades, etc.
Una vez verificada la relación laboral con sus trabajadores, a dichas pequeñas y medianas empresas, se les constituirá la deuda por cotizaciones, la cual será informada al boletín de la Dirección del Trabajo y DICOM, no permitiéndole acceder a licitaciones públicas y siendo un mal antecedente para cualquier propuesta privada, por ende, no debemos percibir este fenómeno como mera falta de cumplimiento por parte del empleador, ya que las consecuencias de no pagar imposiciones lo afectan tan brutalmente como al colaborador que no recibe su pago de cotizaciones previsionales.
La situación es muy compleja, Chile aún no se logra recuperar del verdadero embate que significó la pandemia por Covid-19, trabajadores y mipymes han debido asumir las secuelas de dos años de confinamiento, donde a pesar de las ayudas brindadas por el gobierno de turno en ese minuto, no fueron suficientes. ¿Qué se puede hacer para resolver esta crítica situación?, quizás implementar mejores y nuevas políticas públicas de apoyo a estos emprendimientos que les permita ‘resucitar’ y de esta manera impactar positivamente en la situación contractual de sus equipos y colaboradores.