Montaje basado en hechos reales sobre más de 100 campesinos chilenos que quedaron varados en la antigua Unión Soviética tras el Golpe Militar.
Luego de un periodo de cinco meses con funciones en Quilpué, Valparaíso, Casablanca y San Antonio, la compañía la Bóveda Celestes dará fin a su temporada regional presentando la obra «La Reminiscencia del hombre que parecía un ciervo».
Las funciones se realizarán los días 31 de marzo y 01 de abril en el Parque Cultural de Valparaíso a las 19.00 horas. La entrada es en el formato paga lo que puedas, el cual va desde los $5.000 a los $10.000 pesos, y $3.500 para estudiantes y 3era edad.
El proyecto es financiado por el Fondo de Artes Escénicas, Convocatoria 2022 y cuenta con la colaboración del Parque Cultural de Valparaíso, el Teatro Municipal Juan Bustos Ramírez de Quilpué y el Centro Cultural San Antonio.
El monólogo encarnado por el actor George Casanova se presenta como un montaje contemporáneo que mezcla diferentes recursos estéticos y tecnológicos, vinculando teatro, poesía, filosofía y documento en un espectáculo escénico. La obra funciona a modo de fragmentos en un argumento ficcionado que presenta a un guardia de seguridad que fue uno de esos campesinos que emprendió el viaje a la estepa rusa, y que hoy irónicamente trabaja en un Mall en la ciudad de Santiago.
Al respecto, José Antonio Luer, dramaturgo y director del montaje afirma: “La obra toma como eje poético la hipótesis del cazador, la cual sugiere que la evolución humana fue influida por la actividad de cazar animales grandes y rápidos. De esta manera, se abre el campo de constelación a nuestras identidades, preguntándonos cuál es ese cazador que está sobre nosotrxs vigilante y cómo éste atenta contra nuestras libertades”.
LA REMINISCENCIA DEL HOMBRE QUE PARECÍA UN CIERVO
Inspirado en la investigación realizada el año 2018 por el periodista Cristián Pérez «Viaje a las estepas» visibilizando un evento histórico apenas perceptible que tuvo lugar en Chile durante el contexto del golpe de Estado.
El día Martes 4 de septiembre de 1973 un grupo de casi cien campesinos que promediaba los veinte años, se encontraron en el aeropuerto Pudahuel para emprender un viaje de tres años que tenía como propósito instruirles en la tecnología de la maquinaria agrícola, para volver el año 76 e incorporarse a la producción nacional y terminar con el desabastecimiento de productos del campo, algo muy necesario en ese entonces, lo cual se vio truncado por el Golpe de Estado, dejando a la deriva a los jóvenes campesinos en plena Guerra Fría, evidenciando en sus cuerpos la ausencia, la lejanía y la intensidad de un conflicto que se proyectó hasta finales de la década de los ochenta, siendo el retorno de algunos de ellos una fractura con el país que dejaron en su infancia, en donde muchos se debieron insertar en el sistema neoliberal.
La obra pretende mirar Chile a partir de este antecedente histórico, posibilitando una reflexión en torno a cómo los sistemas neoliberales nos han desterrado de nuestros derechos fundamentales en el acto de la instrumentalización y la producción capitalista.