Resulta incomprensible la postura de este organismo internacional, que se viene oponiendo reiteradamente a que las policías chilenas cuenten con mayores atribuciones, en una postura que me parece equivocada, porque además ni la ONU ni el INDH han dicho algo sobre establecer herramientas para fortalecer un derecho humano básico, como es la seguridad de las personas y la protección de las policías.
Ya el 2016 ambos organismos se habían opuesto al control preventivo de identidad porque según estas, se podría prestar para vulneraciones a los derechos fundamentales y nada de eso ha ocurrido.
Represento a una región muy golpeada por el terrorismo y crimen organizado, y en esto hay que dejar de lado los fantamas y reforzar la acción del Estado y las policías para enfrentar la violencia.
Me gustaría ver a una ONU ocupada de las víctimas reales de este flagelos, que son los ciudadanos honestos. Sería bueno que dejen el escritorio y aborden la dramática realidad que a diario viven millones de chilenos afectados por el narcotráfico, terrorismo y crimen organizado.