Tras una exhaustiva investigación de Contraloría a la Corporación Municipal y al Municipio de Quilpué, el órgano regional comprobó diversas irregularidades relacionadas con el financiamiento otorgado al ex Centro Comunal de Autismo de Quilpué, que consisten en la emisión de 230 boletas a honorarios por más de $131 millones sin ningún contrato, informe ni antecedente administrativo que acredite que ejercieron alguna labor en este centro.
Después de asumir su mandato en la Ciudad del Sol, la alcaldesa Valeria Melipillán denunció en un Concejo Municipal a finales del 2021 la existencia de cientos de boletas a honorarios emitidas para trabajadores que habrían trabajado en este centro por la suma total de $131.865.144. Estas boletas se habrían pagado entre abril del 2020 y enero del 2022, con dineros que fueron comprometidos durante los primeros años, pero que fueron imposibles de rastrear después.
“Se comprobó que, entre abril de 2020 y enero de 2022, la Corporación Municipal de Quilpué pagó 230 boletas a honorarios por la suma de $131.865.144, por servicios que habrían prestado 36 personas en el Centro Comunal de Autismo de Quilpué, CCAQ, sin que se hayan proporcionado informes u otros antecedentes que permitan verificar las labores realizadas por cada uno de ellos”, afirma el informe como primer punto en el apartado de sus principales resultados.
Posterior a esta denuncia, Contraloría lideró una auditoría a la Corporación Municipal de Quilpué, entidad que se sumó a la denuncia de la alcaldesa por la inexistencia de evidencia administrativa que rondaba el ex Centro Comunal de Autismo: ningún trabajador a honorarios tenía contrato, ninguno entregó informes de tareas realizadas, algunos no cumplían con los requisitos profesionales necesarios para ejecutar estas tareas, ni se traspasaron las fichas clínicas de los usuarios atendidos para darle continuidad a sus casos.
En ese tenor, la alcaldesa Valeria Melipillán explica que “la responsabilidad administrativa en los municipios es vital para hacer seguimiento al funcionamiento de cualquier servicio, pero también para evaluar debilidades y mejorar. En este caso, no había seguimiento y no quedaron registros, así que debimos partir la recopilación de información de cero. Eso implicó pagarle a personas sin saber si iban a trabajar, sin saber si cumplían con ciertos requisitos técnicos o profesionales, sin saber a quiénes atendían ni cómo, e incluso sin tener certeza de que tenían títulos profesionales”.
El informe de Contraloría detalla que no “se ha tenido acceso a las labores desarrolladas por los profesionales que habrían prestado servicios en dicho centro y que si bien estos manifestaron que mensualmente elaboraban informes por las atenciones brindadas, dichos instrumentos nunca fueron proporcionados a la corporación”.
En este sentido, la jefa comunal afirmó que “perdimos información sumamente relevante para dar continuidad a ese servicio y a los casos, pero hoy existe planificación y control, que nos permite ordenar el funcionamiento del actual Centro de Neurodivergencias, y con ello podemos constatar atenciones a 108 usuarios de la comuna. Esto incluye atenciones terapéuticas, apoyo a las familias y derivación y apoyo con otros profesionales de salud de la Corporación, según corresponda”.
Este hermetismo y misterio por parte del ex Centro Comunal de Autismo, así como la demanda por una atención responsable y abierta a la comunidad, motivó que se crearan mesas de trabajo junto a la ciudadanía y otros actores relevantes, para dar paso al actual Centro Municipal de Neurodivergencias, que a la fecha atiende a 108 niños, niñas y jóvenes.
Jorge Muñoz, secretario general de la Corporación Municipal de Quilpué, indicó que “desde que asumimos la administración de la Corporación, generamos diversas acciones tendientes a mejorar los procesos administrativos, como fortalecer los equipos de la Unidad de Control y departamento de Adquisiciones, con el fin de velar por el correcto cumplimiento de los procesos internos, logrando con esto un mayor poder de fiscalización para asegurar el correcto uso de los dineros. También se realizan de forma periódica informes de la gestión de la Corporación al directorio, que se reforzó con un estrecho vínculo junto a la Contraloría para reordenar las prácticas administrativas, con capacitaciones y reuniones periódicas, además del ingreso de la CMQ al Sistema Nacional de Compras Públicas, un mecanismo de control y de gestión importante que da transparencia y estandariza los procesos de compras y licitaciones, en el que antes no estaban insertos”.
En el primer mes de funcionamiento, el Centro Municipal de Neurodivergencias coordinó 100 entrevistas con familias de usuarios y usuarias, los evaluó, generó informes y sistematización de la información; mecanismos de control administrativo que permitieron ingresar por primera vez a un sistema formal cada caso, para darle seguimiento y derivar a los programas pertinentes.
