Turistas y los dueños de casa aprovecharon la condición de libre acceso para disfrutar del deporte en la Playa El Sol.
Para los eventos deportivos, muchos desembolsan considerables sumas de dinero para observar desde la mejor posición una competencia.
Palcos, tribunas, y butacas VIP son parte del clásico repertorio que involucra una importante cantidad de recursos económicos para aquellos que desean una imagen con sus ídolos o las grandes figuras deportivas.
En Viña del Mar, nada de eso ocurrió este jueves, en la definición del triatlón de los Panamericanos, donde la mejor visión del evento estuvo en las calles y en la Playa El Sol de Viña del Mar.
Si, porque desde allí los asistentes pudieron ver en toda su magnitud la largada del evento y el recorrido de natación que se extendió por 1.500 metros. Y aunque el oleaje a más de alguno le mojó los zapatos, la experiencia para los asistentes fue increíble.
Así lo entendió Carmen Gloria Ponce quien llegó desde Santiago para ver a las competidoras. “Quiero aprender de estas máquinas” afirmó esta triatleta master, que envuelta en una bandera chilena vio todo el recorrido inicial desde la arena. “El ambiente ha sido maravilloso, esto motiva mucho a la gente a practicar deporte”, apuntó.
Algo similar ocurrió con Rodrigo González, quien, además de respaldar a Chile, llegó junto a su familia para alentar a Rosa Martínez, representante de Venezuela, quien vive en nuestro país. “esto es espectacular, llegamos ayer a Viña y hoy nos instalamos muy temprano”, destacó.
Con la misma energía arribó un grupo de viñamarinos y maipucinos, que tenía alojados a familiares que venían a ver la carrera. “Maravilloso, esto es muy lindo, queremos agradecer a los organizadores por este evento y ahora vamos por los Juegos Olímpicos”, destacaron, tras lo cual no tardaron en gritar el tradicional “ceacheí”.
Fiesta en la arena, con canasto y tecito, con los pies mojados, barquillos y palmeras, en familia, con niños, incluso con mascotas, anticipando la actitud playera en medio de los panamericanos.
