Más que nunca la frase «la delincuencia no respeta a nadie» se escucha en Valparaíso con más fuerza luego que el domingo quedara al descubierto el robo al hogar del propio alcalde de la ciudad Jorge Sharp.
Las reacciones no se han hecho esperar sobre todo, de quienes consideran que este hecho debería hacer cambiar la forma en que el municipio ha enfrentado los delitos y la inseguridad en los últimos años.
«Acá el único que parece que no se había dado cuenta que la delincuencia estaba desatada en Valparaíso, era el propio Sharp. Es lamentable que tuviera que sufrir un robo en su casa para darse cuenta y ponerse en los pies de los cientos de porteños, comerciantes, turistas y visitantes que sufren y son víctimas todos los días de ataques, delitos y amenazas. Ojalá ahora, que lo vivió en carne propia, pueda entender que es urgente poner mano dura contra la delincuencia y no dar señales débiles o contradictorias. Valparaíso necesita paz, salir adelante, proteger a los porteños y comerciantes, que deben ser prioridad», sostuvo el abogado y ex candidato a Consejero Constitucional, Raimundo Palamara.
Además, agregó que no basta con cuestionar las políticas nacionales de seguridad o responsabilizar a las policías por el aumento de la delincuencia en la comuna, pues ni el departamento de Seguridad Ciudadana municipal y ni el propio edil han dado señales claras de cómo enfrentar los delitos y desde el estallido social, se generó una especie de clima de impunidad en la comuna, que ahora está viendo sus penosos frutos.
Finalmente indicó que el robo sufrido por el alcalde en su casa, es solo un ejemplo de la desamparada realidad que vive Valparaíso.