En el contexto de la renovación de convenios de hermanamiento, la Municipalidad de Quillota recibió a una delegación del municipio de Curridabat, Costa Rica, encabezada por Ana Lucía Ferrero, Vicealcaldesa de Curridabat, Silvia Pereira, Gestora Cultural y Marisol Arrones, Regidora. El propósito de esta visita fue comprender cómo opera la comuna de Quillota, compartiendo experiencias y fortaleciendo relaciones internacionales.
El vínculo entre Quillota y Curridabat se estableció en 2017 cuando un grupo de funcionarios de Quillota viajó a Costa Rica para explorar las innovaciones en espacios públicos y biodiversidad en Curridabat. Esta enriquecedora experiencia inspiró el programa de cooperación entre Chile y Costa Rica “Desarrollando y fortaleciendo competencias para una gobernanza inclusiva y sustentable”.
El alcalde de Quillota resaltó la importancia del trabajo colaborativo y cómo este respalda las inversiones en áreas como cultura, deporte y medioambiente. “Esta visita viene a respaldar el concepto del trabajo colaborativo que tenemos cómo municipio. Y tiene una repercusión positiva en el retorno de las inversiones que estamos consiguiendo ya sea en cultura, deporte y medioambiente.
Durante la visita la delegación costarricense estuvo acompañada por profesionales de la Unidad de Desarrollo Económico Local, quienes organizaron una agenda que incluyó visitas a lugares turísticos de Quillota, junto con una charla sobre la producción de paltas dirigida por académicos de Duoc UC sede Quillota, la presentación del proyecto de arborización «Quillota Respira», además de recorridos por el Centro de Promoción Cultura y Salud, y una visita a la Casa de Acogida Beatita Benavides.
También tuvieron la oportunidad de conocer Expo Quillota, el evento más grande de música y emprendimiento de la provincia, lo que les permitió obtener una visión diferente a la que tenían sobre cómo gestionar el trabajo con los emprendedores locales y les dio nuevas ideas que llegarán a presentar en Curridabat.
Ana Lucía Ferrero, Vicealcaldesa de Curridabat, destacó el enfoque en lo humano y lo social en la gestión de Quillota, señalando que «nuestra intención era ver qué aspectos de sus proyectos podríamos implementar en Curridabat. A pesar de las diferencias entre nuestras ciudades, ambos municipios tienen en común el enfoque en el ser humano en sus gestiones». La visita sirvió como una plataforma para el intercambio de ideas y experiencias que beneficiarán a ambas comunidades.
El convenio de hermanamiento entre ambas ciudades se firmó el año 2018, el que tuvo una duración de 4 años. Razón por la cual en este momento los departamentos legales de ambos municipios se encuentran redactando un nuevo documento que permita a ambas comunas retomar lazos de manera formal.