Los estudiantes en general están por terminar el año académico, en particular los de educación superior inician en esta época una ronda de exámenes, los que forman parte del requisito para avanzar en su formación profesional.
Es en este momento que muchas veces se cuestionan la planificación de estudio, es decir, existe cierto reproche por no haber estudiado antes o haber sacado nota “azul” en alguna evaluación previa.
Para la coaching organizacional, Alejandra Pezoa, quien es académica de la carrera Terapia Ocupacional de la Universidad Viña del Mar, el remordimiento no es sano, por lo que los estudiantes deben prepararse de la mejor forma para lo que viene. “Es importante incluir en esto todos los aspectos que están en la vida, decir estudio, trabajo, familia, pareja, hijos, amigos. Lograr el equilibrio en todos estos aspectos es, a veces, una verdadera prueba de fuego para algunas personas”.
“Lo primero es organizar una lista de todo lo pendiente, de verdad todo, ya que muchas veces nos organizamos en un aspecto de las cosas y dejamos las otras al cómo resulten, pero si tenemos ese panorama completo o lo más completo posible, tendremos menos sorpresas en el camino”, recalca la docente.
Pezoa enfática que “se debe definir los que es urgente, importante, necesario y postergable. Por ejemplo, si el estudiante tiene que preparar un trabajo, ir a comprar, estudiar para una prueba, ir al cumpleaños de un familiar o amigo, debería preguntarse: ¿qué pasa si esto no lo hago?, si su respuesta es que se desencadena una serie de eventos desafortunados eso, entonces, es importante y será urgente si- además- compromete a otras personas o si tiene menos tiempo que para otras cosas”.
Agrega “otra pregunta que debe hacerse es: ¿puedo pedir a otro que me ayude?, si su respuesta es que nadie puede hacerlo en su reemplazo, entonces es una acción de carácter necesaria. Y, ¿qué pasa si esto lo hago después?, acá es importa ser sincero con uno mismo porque la clasificación será clave para lograr el objetivo propuesto. Entonces, si la respuesta es que no pasa nada si deja esa acción pendiente, esto en la lista de prioridades corresponde a lo postergable”.
El poder organizar los tiempos es necesario para buscar cumplir con todo lo que sea comprometido, dicho cumplimiento hará que los jóvenes se sientan mejor y no sufran cuadros emocionales nocivos para su salud, acotó la docente UVM.