La decisión del gigante del arriendo de oficinas WeWork, que recurrió al Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos para reorganizarse y enfrentar sus problemas de endeudamiento, es una importante señal para que empresas del rubro desarrollen más su capacidad de leer la evolución del entorno y logren adaptarse a tiempo.
Ya no existen las condiciones que favorecieron el auge del trabajo remoto durante de la pandemia. La modalidad evolucionó hacia el modelo híbrido, flexible y en algunos casos se volvió al trabajo presencial.
Esta nueva realidad levanta un riesgo real y latente para las empresas del mercado de oficinas que podrían seguir la misma suerte de WeWork.
La permanente evolución del entorno es una oportunidad para innovar, para repensar y para atreverse a desarrollar nuevas ideas. La clave es hacerlo a tiempo. En muchos casos ello hará la diferencia entre quebrar o mantener la viabilidad de las empresas.