Luego del éxito en las operaciones de Hielo IV en 2023, este lunes 30 de septiembre se firmó un nuevo convenio de trabajo entre la Armada de Chile y el Centro de Estudios Científicos (CECs), denominado Hielo V, instancia presidida por el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De La Maza, y el Director del CECs, Claudio Bunster, a bordo del rompehielos AGB-46 “Almirante Viel”.
A través del avión P-3 “Orión” ACH de la Aviación Naval de Chile, el grupo de marinos y científicos llegarán hasta los confines del continente antártico para medir la profundidad de los hielos, registrar su superficie, la salinidad en el mar, los movimientos atmosféricos y concretamente, el impacto del cambio climático en el Territorio Chileno Antártico.
Objetivos e historia de la misión
Serán cuatro vuelos programados entre el 1 y 18 de diciembre del año en curso. Su ruta será desde Punta Arenas hasta el Territorio Antártico Chileno, específicamente hasta las plataformas Larsen C y Rohnne-Filchner, alcanzando la latitud 80º Sur. Esto será equivalente a una distancia de cinco mil kilómetros, distribuidos en cuatro vuelos de 12 horas de duración, a 300 metros sobre el hielo y a una velocidad de 400 kilómetros por hora. El recorrido representa un viaje entre Santiago de Chile y Costa Rica.
El Capitán de Fragata Cristóbal Rodríguez, uno de los pilotos del P-3 “Orión” ACH, explicó: “La característica de estos vuelos es bastante rigurosa y exigente, dado que constan de una planificación bastante larga materializando posteriormente vuelos que van desde el Mar de Weddel hasta la totalidad de la península Antártica; por lo tanto, esa experiencia va a contribuir enormemente a adquirir registros que contribuyan al quehacer científico, en el cumplimiento de la misión definida por la Armada de Chile”.
Durante la ratificación del convenio, el Director del CECs hizo un repaso de la historia de las misiones previas: “Hielo I” en 2002; “Hielo II” en 2004; “Hielo III” en 2008 y “Hielo IV” en 2023. También destacó los 25 años de trabajo conjunto entre la Armada de Chile y el CECs, subrayando: “Hemos forjado una comunidad de intereses y camaradería por el bien de la ciencia, el mundo y Chile”.
Agregó que la exploración antártica desde el punto de vista científico se ha vuelto vital para el planeta: “Esta operación posiciona a Chile de manera novedosa y de vanguardia en el ámbito científico a nivel mundial”, afirmó Bunster.
Aquellos registros hechos en un período de 21, 19, 16 y 15 años respectivamente, serán una comparativa para corroborar el impacto que ha generado el cambio climático sobre los hielos; un ejemplo de ello fue lo ocurrido en la primera década de los 2000, donde se produjo la desintegración de las plataformas Larsen Norte, Larsen A y una parte de los glaciares Pine Island y Thwaites, en el Mar de Amundsen, antártica occidental.
El Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De La Maza, resaltó la importancia del convenio y destacó la capacidad de la Armada para apoyar tanto la ciencia como la industria nacional. “Este año no quisimos interrumpir la continuidad en la medición de los hielos y nuestra colaboración con el mundo científico-civil. Las Fuerzas Armadas son contribuyentes en este esfuerzo, y demostramos nuestra polivalencia con los medios que disponemos”, señaló el Almirante.
Tecnología al servicio de la ciencia
La Armada de Chile, en cumplimiento de su Área de Misión “Contribución al Desarrollo Nacional y a la Acción del Estado”, ha dispuesto medios humanos y materiales para el cumplimiento de acuerdos y convenios, tal como lo es “Hielo V”.
De este modo, la aeronave P-3 “Orión” ACH del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 de la Aviación Naval fue equipada por el personal del CECs y con tecnología desarrollada por esta misma institución.
Los modernos equipamientos alojados al interior del avión y en sus alas están destinados a recabar una serie de datos que serán utilizados para los informes científicos y conocer hoy, el estado del territorio antártico.
El P-3 “Orión” ACH fue provisto de un radar de determina el espesor de hielo (transmisor y receptor; una antena de Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y dos antenas de radar), además de un sistema LiDAR para el levantamiento topográfico, y que incluye un escáner láser, un receptor de Navegación Global por Satélite (GNSS), una cámara fotográfica y un computador.