El 27 de septiembre celebramos el Día Mundial del Turismo, fecha que pone foco en el valor social y económico del turismo y su contribución a los objetivos de desarrollo sostenible a nivel global. En Chile, este año la fecha tiene una especial connotación, ya que en forma bastante inédita la industria de la salmonicultura se une al sector turístico, en una alianza virtuosa, gracias a una importante iniciativa denominada “La aventura del salmón”.
Se trata de un programa de Desarrollo Tecnológico de Corfo Aysén, ejecutado en colaboración con el Consejo del Salmón, la Cámara de Turismo de Puerto Aysén y el Consultor técnico Betina Casserini EIRL, en donde se busca resaltar la identidad culinaria de Aysén y potenciar su desarrollo económico de cara al turismo. Para ello, desde abril, se cuenta con la participación de 31 empresas locales y el objetivo común de convertir a Aysén en un referente gastronómico y turístico, destacando su identidad cultural regional.
Esta importante actividad se produce pocos días después de la publicación del Banco Central sobre el desempeño del Producto Interno Bruto en distintas regiones del país durante el segundo trimestre del año. Según cifras oficiales, la región con peor desempeño económico fue Aysén, que registró un -3,6%, lo que se suma al desplome de -9,7% que anotó en los primeros tres meses de 2024. El resultado negativo se puede explicar en gran parte por la caída del sector salmonicultor. Además, distintos actores de la zona acusan una caída en inversiones e infraestructura deficiente, lo que ha impactado en el retroceso general.
Considerando lo anterior, programas como “La Aventura del Salmón” son claves para impulsar la economía local y revertir esta realidad a través de alianzas virtuosas, en este caso, de la salmonicultura y el turismo. Actualmente la salmonicultura representa el 26,1% del PIB regional de Aysén, y el 90% de esa cifra corresponde a la etapa de cultivo o fase de engorda en agua de mar. Estamos hablando de una industria donde Chile es el segundo productor a nivel mundial y que se ha transformado en una de las principales actividades económicas para el sur austral. Por eso, si logramos posicionar a Aysén como cuna de los salmones, alcanzaremos no sólo un mayor desarrollo regional sino también fortaleceremos el encadenamiento productivo que trae consigo la salmonicultura, aportando oportunidades laborales, emprendimiento, capacitación y bienestar en las comunidades donde opera.
El potencial de esta industria es enorme y por ello la oportunidad potencial para Aysén es también enorme. El salmón no solo es una proteína de alta calidad, sino que también presenta una baja huella de carbono e hídrica, convirtiéndose en una pieza clave para la alimentación del futuro. Para aprovechar esta oportunidad, es fundamental seguir trabajando colaborativamente, uniendo en un mismo espacio a autoridades gubernamentales, gremios, empresarios, emprendedores y a la sociedad civil.
“La aventura del salmón” nos está mostrando un nuevo enfoque para enfrentar desafíos regionales. Estamos convencidos que este es el camino que debiéramos seguir de aquí en adelante, uno donde a través de productos como el salmón y donde Chile cuenta con experiencia y prestigio a nivel internacional, nos permitan promover el aporte que están realizando regiones como la de Aysén mediante una alianza público-privada que une al turismo y la salmonicultura, y que sirve como plataforma para instalar en el país una necesaria identidad cultural regional.