De acuerdo con cifras oficiales, casi un tercio de la población adulta en Chile sufre de esta condición, aumentando su prevalencia significativamente con la edad.
La hipertensión arterial es una condición crónica que afecta a casi un tercio de la población adulta en Chile, siendo más prevalente en personas mayores. Esta enfermedad provoca que la presión de la sangre en las arterias esté constantemente elevada y puede provocar dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, dolores en el pecho o dificultad para respirar.
Jonathan García, coordinador de las carreras del Área de Salud del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Viña del Mar aseguró que muchas personas pueden no presentar estos síntomas hasta que ocurre una situación grave, por lo que es importante hacerse un chequeo médico de manera regular.
A continuación, algunas recomendaciones para mantener una buena presión arterial y evitar otras enfermedades de riesgo como infartos, accidentes cerebro vasculares y problemas renales.
Cuidado con las bajas temperaturas
“Si bien la hipertensión arterial es independiente de las estaciones, las bajas temperaturas del invierno pueden generar un aumento de la presión arterial debido a la vasoconstricción que genera en el cuerpo el frío. Esto provoca que los vasos sanguíneos se estrechen para conservar el calor y puede haber una resistencia al flujo”.
Hay que medirse la presión regularmente
“El control regular con un profesional de la salud es la medida más exacta para tener un registro de nuestra presión arterial, sin embargo, también podemos utilizar los aparatos electrónicos para medir nuestra presión arterial que son de fácil acceso y de uso amigable, sobre todo para adultos mayores. Son una herramienta útil para el monitoreo regular en la casa, pero es importante leer las instrucciones del fabricante para obtener lecturas más precisas”.
La alimentación tiene un papel fundamental
“Una vez que una persona es diagnóstica con hipertensión, la alimentación toma un rol fundamental, por eso es importante que las personas tengan dietas bajas en sodio para evitar la retención de líquidos, una dieta rica en verduras, frutas y granos, evitar los productos altos en grasa y reducir el consumo de alcohol”.