“De la fuerza de la palabra a la palabra forzada. Parlamentos y otros encuentros mapuche-chilenos (1811-1882)”, escrito por José Manuel Zavala & Gertrudis Payàs, revisa en profundidad a través de cartas y partes militares un periodo marcado por la transformación de las relaciones entre estas dos culturas, desde la independencia de Chile hasta el avance de la conquista militar por parte del naciente Estado sobre el territorio mapuche.
Un libro puede ser juzgado por su portada y la obra De la fuerza de la palabra a la palabra forzada. Parlamentos y otros encuentros mapuche-chilenos (1811-1882), escrito por José Manuel Zavala & Gertrudis Payàs, muestra la imagen del parlamento celebrado en Hipinco, un lugar ubicado al sudeste de Purén, cuando el Coronel Cornelio Saavedra se reunió un 24 de diciembre de 1869 con más de 1200 mapuche comandados por 60 caciques. Se trata de uno de los últimos diálogos entre el naciente Estado chileno que, en 1882, terminaría por anexar el territorio mapuche tras casi tres siglos de resistencia.
La obra, publicada recientemente por editorial Pehuén en coedición con Ediciones UC Temuco, es un trabajo de investigación sobre los parlamentos entre los mapuches y los chilenos durante el siglo XIX, un periodo marcado por la transformación de las relaciones entre estas dos culturas, partiendo con la independencia de Chile de la corona española, y luego con el avance de la conquista militar sobre el territorio mapuche.
A través de documentos desconocidos como cartas, partes militares o noticias difundidas en diarios de la época, los investigadores permiten crear una imagen sobre cómo se entendieron mapuche con españoles durante el período de independencia, para después ver cómo es la relación con los chilenos, y qué fue lo que pasó en el tránsito en esas décadas.
Una tarea profunda de recopilación de archivos y análisis históricos que culminó en esta publicación. Ambos escritores destacan la importancia de estos parlamentos como un espacio de negociación que fue cambiando hacia una dominación militar chilena a medida que el siglo XIX avanzaba, en medio de una revolución industrial y avances tecnológicos que impactaron en el desarrollo de esta historia.
El libro contiene documentación valiosa para que cada persona juzgue los hechos ocurridos hace más de un siglo. Desde una carta escrita por el intendente de Concepción a Bernardo O’Higgins en 1811, diciéndole que hay 400 indios a favor de la independencia, hasta otra misiva escrita por el toqui Mangil Wenu al presidente Manuel Montt ante la invasión militar de La Araucanía en 1860. “Cada carta puede despertar una película en quien lea el libro”, propone la traductora y profesora de la U. Católica de Temuco.
El libro aborda con rigor y seriedad los textos que dan cuenta del avance de la ocupación de La Araucanía y de la situación mapuche del siglo XIX. Resistencia, colaboración y traición son conceptos que van sucediendo a lo largo de las páginas, en las que no sólo se aborda el despojo de las tierras, sino los mecanismos de dominación cultural, y factores como la importancia de la prensa y la escritura, que hicieron pasar, a ojos de Zavala y Payàs, de la oralidad del parlamento a la comunicación escrita, lo que significó una revolución para sus protagonistas.
La continuidad de una investigación de décadas
Zavala, quien actualmente es Profesor Titular del Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, comenzó a investigar los parlamentos en su tesis doctoral, publicada en 1999 en la Universidad de la Sorbonne Nouvelle-París III, centrada en los parlamentos coloniales. Un trabajo que luego expandió su búsqueda, con la ayuda de otros expertos como la traductora Gertrudis Payàs y el arqueólogo Tom Dillehay, para abarcar tanto a nivel lingüístico, arqueológico como histórico los parlamentos desde fines del siglo XVI hasta principios del siglo XIX.
Son más de 20 años de investigación durante los cuales la dupla Zavala-Payàs ha dirigido y colaborado en cinco proyectos Fondecyt, desde 2009 hasta 2021. Se centró primero en el periodo colonial, sobre el cual publicaron La mediación lingüístico-cultural en tiempos de guerra. Cruce de miradas desde España y América, libro que fue distinguido con el premio Rodolfo Oroz 2012-2013 de la Academia Chilena de la Lengua por su aporte al desarrollo de las ciencias del lenguaje.
Posteriormente, se publicó en 2015 Los parlamentos hispano-mapuches 1593-1803. Textos fundamentales, una compilación de las actas y relaciones de 48 encuentros diplomáticos celebrados entre representantes de la monarquía española y autoridades mapuches durante el período colonial. Esta documentación fue recopilada principalmente en el Archivo General de Indias, de Sevilla, el Archivo Nacional Histórico de Chile y la Biblioteca Nacional de Chile.
De la fuerza de la palabra a la palabra forzada… es la continuación de dichos estudios. Se centra en el siglo XIX, cuando los encuentros chileno-mapuches adquieren un nuevo sentido, desde la negociación de igual a igual como fue en el parlamento de Tapihue de 1825 hasta el control militar absoluto chileno con la refundación de Angol en 1869 y el parlamento de Putue en 1882.
Sobre este periodo, Zavala se explaya: “Durante setenta años se desarrollan en estas negociaciones basándose un poco de la tradición de los parlamentos, pero ahora bajo un nuevo contexto político y social, en el que destacan los avances tecnológicos. Una nueva situación en la que la relación fronteriza va a ir cambiando de una manera acrecentada”.
La prensa y el telégrafo
La investigación de estos parlamentos significó un problema diferente al de los realizados durante la colonia. A diferencia de los textos del período español, con actas que fueron leídas en su momento sólo por funcionarios de la monarquía o jefes del ejército, y no llegaban a oídos de la población, durante el siglo XIX, los parlamentos se difundieron principalmente a través de partes militares, correspondencia, columnas periodísticas o de opinión, que informaban a la ciudadanía de los actos que ocurrían en el sur.
«Son (documentos) mucho más cortos, dan menos información, están impregnados por una visión militar de los hechos”, resume Zavala, junto con mencionar que, si bien muchos de estos encuentros serán llamados parlamentos, no tenían el mismo sentido de diálogo que primó en la colonia. De hecho, aunque en la prensa se les llama parlamentos, en la documentación militar se encuentra otra nomenclatura: conferencias, pactos, propuestas, embajadas y otras denominaciones.
El XIX es un siglo que comienza con ambivalencias, pues no estaba claro cuál sería el bando ganador; una vez proclamada la República, tras la reconquista española, “el naciente Estado chileno aún no poseía ni el poder militar ni económico para intentar avanzar sobre el territorio mapuche”, explica Zavala, por lo que todavía en los primeros parlamentos del siglo parece primar el diálogo tradicional como se había realizado en el pasado.
Recién a partir de 1859 es cuando comienzan las operaciones militares, que se intensifican hasta que en 1882 se sella la reconquista de la antigua ciudad de Villarrica. El dominio militar chileno sobre La Araucanía ya es una realidad.
El siglo XIX también está marcado por la revolución industrial y el avance tecnológico, que marcó una suerte de desventaja para los interlocutores mapuche. La llegada del telégrafo a inicios de la década del 1850 acortó las distancias y mejoró las comunicaciones para el lado chileno.
Gertrudis Payàs destaca que dicho dispositivo formaba parte del arsenal de guerra, pues estaba a cargo del ejército, y funcionó como “una herramienta de divulgación de lo que estaba pasando y de creación de una opinión pública”, al filtrarse información a la prensa que se estaba implantando masivamente en toda la región y el país.
“Casi cada pueblo tenía su pequeño periódico y había corresponsales que podían ser el maestro o el boticario. Una pequeña élite letrada, a quienes le llegaba la información por medio del telégrafo, y luego inmediatamente la publicaban”, complementa, explicando que en esos años existía una tarifa especial del telégrafo para la prensa, lo que permitió que la información sobre los parlamentos y los avances militares saliese a la luz pública.
Si bien en esos años solo una pequeña parte de la población sabía leer, se solían leer las noticias en público, se comentaban en las plazas y de esta manera se iba creando opinión sobre los sucesos.
De la fuerza de la palabra a la palabra forzada. Parlamentos y otros encuentros mapuche-chilenos (1811-1882), disponible en librerías de Chile, es un libro que continúa una tarea que Zavala y Payàs han asumido desde hace varios años.
Una obra que no solo desentierra documentos valiosos del pasado, sino que invita a reflexionar sobre el impacto de estos hechos en la actualidad, como espejo que interpela a los lectores. Diálogos que alguna vez sostuvieron mapuche y chilenos que siguen resonando en discusiones sobre territorio, derechos y reconocimiento cultural.