Las infecciones en el mundo descendieron casi un 40% y en la región sigue al alza en los contagios, mientras que en Chile las cifras se han mantenido estables, entre 4 mil a 5 mil casos al año.
Los especialistas explican que para disminuirlas se deben reforzar los métodos de prevención en población clave como el PrEP vía oral o inyectable.
El 01 de diciembre es el Día Mundial del Sida, fecha que tiene como objetivo concientizar a la población acerca del VIH, que sigue siendo una problemática a nivel mundial. Según la ONU Sida, desde el año 2010, las nuevas infecciones por el VIH descendieron alrededor de un 39%, desde 2,1 millones hasta 1,3 millones, al 2023.
“En Chile, después de la pandemia, los contagios se han mantenido estables, entre los 4.500 y 5.000 nuevos casos diagnosticados por año. El punto es que podríamos disminuir en forma más significativa ese número y no estar atascados con todas las medidas de prevención que actualmente existen”, asegura la Dra. Claudia Cortés, jefa de infectología de Clínica Santa María.
El Dr. Aníbal García Huidobro, ginecólogo Clínica Dávila Vespucio, explica que, si bien aún no existe una cura para el VIH, el tratamiento actual consiste en antirretrovirales que permiten controlar el virus, pero no lo eliminan. “Las personas con VIH pueden tener una vida sexual activa, siempre que utilicen protección como preservativos y sigan su tratamiento para mantener su carga viral indetectable”, indica.
“El PrEP consiste en un medicamento que se administra en un esquema específico para prevenir la infección cuando incurrimos o nos exponemos a una conducta de riesgo”, explica el Dr. Roberto Olivares, jefe de infectología de Clínica Dávila.
Actualmente en Chile se administran preferentemente por vía oral, con demostrada capacidad de prevenir el contagio y también están en desarrollo en formato inyectable. “Estos últimos han demostrado eficacia por la FDA y EMA, pero aún están en fases experimentales. El beneficio de estos es que tienen un efecto más duradero y no dependen de estar recordando su uso diario”, comenta la especialista de Clínica Santa María, quien participó en el último congreso en Glasgow, Escocia, sobre la materia.
Los grupos clave son quienes se benefician de este tipo de terapia, es decir, todos aquellos que puedan estar en exposición al VIH. Son los médicos infectólogos e internistas quienes pueden prescribir el medicamento, ya que para acceder al programa se deben descartar otras enfermedades de transmisión sexual.