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Tras siete años de investigaciones cintíficos chilenos crean inmunoterapia y test rápido para diagnóstico del Párkinson

– Surgida del Centro Basal Ciencia & Vida, de la Fundación Ciencia & Vida, de la Universidad San Sebastián, la spin-off Immuno Connect avanza en dos soluciones complementarias contra una enfermedad incurable.

– El examen consiste en una prueba de sangre, de bajo costo y poco invasiva, utilizando la técnica ELISA; mientras que el tratamiento busca frenar el ciclo inflamatorio antes de la aparición de los primeros síntomas.

– El proyecto, liderado por el Dr. Rodrigo Pacheco, comenzó con la adjudicación de fondos de la Fundación Michael J. Fox, y proyecta concretar su validación clínica con pacientes locales, lo que podría suponer un hito para la biotecnología y la ciencia del envejecimiento en Chile.

La empresa biotecnológica chilena Immuno Connect avanza en el desarrollo de un test diagnóstico temprano y una inmunoterapia experimental para la enfermedad de Parkinson. Ambas soluciones –creadas tras siete años de investigaciones en el laboratorio de neuroinmunología del Centro Basal Ciencia & Vida, de la Fundación Ciencia & Vida y la Universidad San Sebastián (FCV-USS)– se preparan para avanzar a fases clínicas de validación en pacientes.

El itinerario de transferencia tecnológica contempla iniciar con la validación del test diagnóstico temprano, una herramienta que busca cambiar el paradigma actual de pesquisa, ya que hoy el Parkinson suele detectarse en etapas avanzadas mediante exámenes costosos e invasivos.

“Un PET cuesta alrededor de un millón y medio de pesos en una clínica y, en el sistema público, casi es imposible de hacer. En cambio, este nuevo test permitiría confirmar de forma rápida, más barata y accesible, con una simple muestra de sangre. Por eso, en primera instancia enfocaremos nuestros esfuerzos en la validación de este test diagnóstico”, señaló el Dr. Rodrigo Pacheco, fundador de la spin-off y director del laboratorio donde ambas soluciones fueron diseñadas.

Detectar precozmente el Parkinson puede cambiar el curso de la enfermedad. Aunque aún no existe una terapia curativa, un diagnóstico temprano abre la puerta a un abordaje integral que incluye seguimiento neurológico, rehabilitación y programas comunitarios en la red de salud primaria. Este acompañamiento mejora la calidad de vida de los pacientes, retrasa la dependencia y optimiza el uso de recursos del sistema sanitario. Los beneficios de contar con una herramienta diagnóstica temprana se reflejan en cuatro dimensiones: confirmación diagnóstica, reducción de incertidumbre, impulso a la investigación con pacientes iniciales e implementación de programas de autocuidado temprano.

De la fase preclínica a la transferencia

Dentro del equipo que impulsa Immuno Connect, un grupo de investigadoras lideradas por la Dra. Valentina Ugalde ha tenido un papel decisivo en el desarrollo del test diagnóstico y en la consolidación del proyecto como spin-off científica. Ugalde, bioquímica e investigadora del laboratorio de Neuroinmunología del Centro Ciencia & Vida, encarna una nueva generación de mujeres que están liderando la innovación biotecnológica con enfoque en salud pública y transferencia tecnológica.

“Con Immuno Connect buscamos dar el salto desde la etapa preclínica al desarrollo clínico. Este diagnóstico no solo representa un avance científico, sino también una nueva forma de hacer ciencia, con equipos diversos y complementarios”, explica.

El NitraSyn Test, diseñado a partir de un anticuerpo monoclonal altamente específico contra la proteína α-sinucleína, utiliza la técnica ELISA, reconocida por su bajo costo y fácil estandarización, lo que facilita su uso en laboratorios clínicos convencionales, incluso en contextos con recursos limitados. Entre sus ventajas destacan su precisión, accesibilidad y capacidad de detectar la enfermedad en fases pre-motoras, antes de los síntomas clásicos.

“La idea es ofrecer un diagnóstico temprano, antes de que los pacientes experimenten temblores o rigidez, cuando aún es posible intervenir y ralentizar el proceso. Actualmente no hay nada que apunte a ese nicho en particular”, señala la investigadora, quien subrayó que el anticuerpo no tiene potencial diagnóstico y también terapéutico: “Nuestra tecnología se basa en un anticuerpo único que podría adaptarse a otras enfermedades neurodegenerativas. Si funciona en Parkinson, el impacto puede extenderse a miles de personas en el futuro”.

Además de su valor como prueba diagnóstica, el test actúa como un puente hacia terapias innovadoras. En particular, permite identificar pacientes elegibles para la inmunoterapia experimental CAR-PARK, que también desarrolla Immuno Connect. Con ello, el diagnóstico deja de ser un fin en sí mismo y se convierte en la llave de acceso a tratamientos personalizados de vanguardia.

Los estudios realizados por el equipo liderado por el Dr. Pacheco han sido receptores de fondos nacionales e internacionales, así como también reconocidos por diversas revistas científicas. Entre sus hallazgos más significativos se cuenta que el origen de esta enfermedad (que actualmente afecta alrededor de diez millones de personas en el mundo) podría estar en el intestino antes de su propagación al cerebro.

Licencias voluntarias y 25 millones de casos

La enfermedad de Parkinson es uno de los trastornos neurodegenerativos más comunes en el mundo, que se caracteriza a nivel biológico por la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que al año 2050 se registren 25,2 millones de casos a escala global, lo que supone duplicar la tasa actual de incidencia. En Chile, su prevalencia es de 160,7 casos por cada cien mil habitantes, con cerca de 4.500 diagnósticos anuales y 30 mil personas que, hoy en día, viven con esta condición.

El Dr. Alvaro Martínez, actual director de propiedad intelectual y transferencia tecnológica del Centro Ciencia & Vida (FCV-USS), explicó que el proyecto contempla incorporar el modelo de licencias voluntarias o socialmente responsables, permitiendo que la tecnología pueda ser utilizada también por países de bajos ingresos, más allá del mercado farmacéutico tradicional. Esto representa un enfoque pionero en Chile, al integrar criterios de equidad y acceso en la transferencia tecnológica biomédica.

“A fin de potenciar y democratizar el acceso a esta tecnología, así como robustecer su proyección internacional e impacto social, por primera vez hemos impulsado la estrategia de transferencia tecnológica y comercial, mediante el diseño e implementación de una estrategia de licenciamiento voluntario y socialmente responsable, a fin de facilitar el acceso equitativo a países de bajos ingresos cuyos programas de salud pública requieran de ella. Esto supone un hito histórico en el uso de este tipo de instrumentos en Chile”.

Constanza Sigala, directora de negocios de la Fundación Ciencia & Vida, enfatizó que el trastorno tiene hoy solo opciones paliativas que actúan cuando la enfermedad ya está avanzada.“Este test sería simple, accesible y rápido. Permitiría confirmar si un paciente tiene efectivamente Parkinson, sin depender solo del examen clínico que hace el médico. Sería una forma de democratizar el diagnóstico y dar certezas debido a que muchos pacientes reciben medicamentos basándose solo en sospechas clínicas sin una confirmación absoluta”.

La entidad creada por el Premio Nacional de Ciencias, el Dr. Pablo Valenzuela (quien es parte del directorio de la nueva spin-off) junto a los doctores Bernardita Méndez y Mario Rosemblatt, tendrá un rol clave en el futuro del proyecto, principalmente apoyando en la protección de propiedad intelectual y modelos de negocio de ambos productos. Entre sus próximos pasos, el equipo liderado por el neuroinmunólogo Rodrigo Pacheco avanza en un acuerdo con agrupaciones de pacientes chilenos para llevar a cabo el estudio clínico del test diagnóstico.

Sigala expuso que las características del método de confirmación también alientan esperanzas de mejores resultados en comparación a experiencias que se han llevado a cabo en los últimos años. “Muchos ensayos clínicos para tratar el Parkinson han fracasado porque los pacientes que participan ya tienen la enfermedad demasiado avanzada. Si pudiéramos diagnosticar en etapas iniciales, sería posible incluir personas en fases tempranas y evaluar con mayor precisión la eficacia de los medicamentos. Así sabríamos si las terapias fallan por el fármaco en sí o porque el paciente ya estaba demasiado avanzado en la enfermedad”.

Efectividad en modelos preclínicos

A la fecha, los hallazgos obtenidos en el Centro Ciencia & Vida han demostrado efectividad en modelos preclínicos, lo que precisamente motivó la constitución de esta compañía biotecnológica con el fin de gestionar financiamiento, proteger propiedad intelectual y formar alianzas estratégicas con centros especializados. “Comenzamos esta etapa con entusiasmo, porque algo que empezó como un estudio básico puede convertirse en un producto tangible y en un beneficio real para la sociedad”, señaló el Dr. Pacheco.

El especialista subraya que el paso de una etapa científica básica a validaciones preclínicas, previa a un potencial arribo al mercado, representa un hito para la ciencia del envejecimiento en Chile y el ecosistema local de biotecnología. “El Parkinson es una enfermedad que generalmente se diagnostica cuando ha muerto aproximadamente el 70% de las neuronas dopaminérgicas. Ahí poco puedes hacer. Nuestra idea es intervenir antes de que sea irreversible, dar acceso a un diagnóstico temprano y abrir la puerta a terapias más efectivas”.

En los últimos años, el equipo de científicos observó la eficacia de su terapia experimental, lo que posteriormente abrió la oportunidad de adaptar este conocimiento al diseño de un método diagnóstico asociado. La clave del desarrollo está en la aparición de la proteína patogénica en el intestino, la inducción de la respuesta inmune y su propagación al cerebro, una dinámica evaluada inicialmente en modelos preclínicos agresivos y luego en contextos más cercanos a lo humano, donde la enfermedad aparece de forma espontánea con el envejecimiento.

Según relata el Dr. Pacheco, los estudios contribuyeron a caracterizar los efectos según la dosis y la frecuencia de administración, además de confirmar que la terapia es segura y no produce efectos secundarios significativos. En ese proceso se realizó el hallazgo paralelo: que el anticuerpo utilizado para frenar el ciclo inflamatorio demostró tener potencial diagnóstico en etapas tempranas, es decir, antes de que se desencadenaran los síntomas motores.

“Este anticuerpo puede diferenciar entre los sueros de pacientes y los de personas sanas, correlacionando además con el grado de avance de la enfermedad. Encontramos que tenía potencial diagnóstico porque era capaz de detectar la proteína patogénica en etapas pre-sintomáticas en modelos preclínicos. Eso nos abrió la posibilidad de desarrollar un kit diagnóstico de bajo costo, accesible y reproducible”, concluyó el investigador.

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