Chile mantiene un déficit de un millón de hogares en déficit habitacional, problemática que se mantiene para el próximo Gobierno donde, según expertos, la tarea debe ser abordada desde una perspectiva integral.
Restan solo días para un nuevo proceso electoral para definir la conducción del país para los próximos cuatro años, en un período donde diversos temas se han tomado la agenda pública en voz de los aspirantes al sillón presidencial. No obstante, según expertos, uno de los que no ha sido tan protagonista y que se configura como una de las principales dolencias de la ciudadanía: la vivienda, por lo cual se hace necesario pensar en qué estrategias deberían considerarse de cara a los próximos cuatro años, considerando aspectos fundamentales como la calidad urbana, conectividad y sostenibilidad financiera del sistema.
Para Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, empresa encargada de asesorar inversionistas inmobiliarios y que cuenta con presencia en el mercado nacional e internacional, el panorama desde el 2026 es desafiante: «El próximo gobierno enfrenta una tarea dura en el sentido de que existe una alta necesidad de vivienda y va al alza. No hay mucho presupuesto disponible y el crecimiento que se espera que registre el país no va a ser tan potente como para poder salvar las necesidades que tenemos en este aspecto».
Además, para el experto habría otro factor crítico: la disparidad entre el crecimiento de los ingresos de las personas y el aumento en los precios de las viviendas, lo que dificulta aún más el acceso a soluciones habitacionales dignas para miles de familias chilenas.
Propuestas para abordar la crisis de vivienda
El especialista identifica tres grandes tareas que el próximo gobierno deberá priorizar, siendo la primera el generar estrategias para suplir la necesidad de viviendas nuevas que existe actualmente. La segunda implica apoyar y mejorar las viviendas que hoy están deterioradas, tanto en su estructura interna como externa, garantizando acceso a servicios básicos como agua potable y condiciones mínimas de habitabilidad. El tercer eje apunta a la regularización de las «tomas» o campamentos.
«Hay viviendas hoy en día que están en lugares no regularizados. O sea, las personas están viviendo de manera ilegal en una gran cantidad de tomas, por lo que, técnicamente, son personas sin vivienda. Este fenómeno requiere un plan integral que involucre no solo la construcción de nuevas unidades, sino también la coordinación con instituciones públicas para garantizar el desalojo y reubicación digna de estas familias, si no, lo más probable es que al desalojar un punto crítico, las personas se muevan a otro», explica Cristián Martínez.
Asimismo, el especialista indica que la clave estaría en desarrollar soluciones habitacionales verdaderamente integrales, considerando tanto la construcción de una vivienda, pero también áreas verdes, espacios deportivos, conectividad y acceso a educación cerca, de manera que sea algo planificado con visión de futuro para las familias.
La importancia de las alianzas público-privadas
«Tenemos dos grandes actores importantes para dar respuesta a esto: el mundo público o el Estado, y el mundo privado. Debemos generar una alianza que permita realmente dar soluciones, incentivando a las inmobiliarias para que puedan entregar este tipo de proyectos. Lamentablemente, hoy algunas de ellas están con pagos postergados para el próximo gobierno, lo que significa que mañana no querrán trabajar con el Estado o no tendrán capacidad para soportar los déficit de caja que están teniendo, por lo que hay que trabajar en reconstruir las confianzas”, indica el fundador de Crece Inmobiliario.
Finalmente, Cristián Martínez subraya que los incentivos deben ser multidimensionales, abarcando a las inmobiliarias que desarrollan proyectos, a las personas que acceden a subsidios, y a las instituciones financieras que otorgan créditos hipotecarios. «Tiene que ser algo integral que permita a todos los actores involucrados solucionar sus necesidades para aportar a la solución habitacional», cierra el especialista.