El Juzgado de Garantía de Valparaíso decretó hoy –viernes 28 de noviembre– la medida cautelar de prisión preventiva para Ángelo Miranda Espinoza, imputado como autor del delito de homicidio en grado frustrado, ilícito registrado el 26 de noviembre en dependencias de la Universidad Santa María en la comuna.
En audiencia de formalización, la magistrada Jeanette Oliva acogió la solicitud de medida cautelar por parte la Fiscalía por considerar que la libertad del imputado reviste peligro para la seguridad de la sociedad y por la alta pena asociada al delito, dando orden de ingreso inmediato al Centro Penitenciario de Valparaíso.
Para arribar a la decisión, la jueza consideró el relato entregado por el ente persecutor que daba cuenta de que “el imputado concurrió hasta la oficina del profesor Orellana Torres, que se encontraba en las dependencias de la Universidad Federico Santa María, acá, de la casa central. Pidió hablar con el profesor, el profesor le dijo que no era hora de atención, dice en su propia declaración. De acuerdo a la dinámica que nos proporcionó la señora Fiscal, dice que el imputado en lugar de salir de la oficina, porque no lo podía atender, que habría sido lo propio cuando una persona pide a otra que la atienda y le dice su interlocutor que no la pueda atender, el imputado se mantuvo en el recinto, cerró la puerta y dice que a reglón seguido habría exhibido un arma que a juicio de la víctima tenía aspecto de un arma de fuego”.
“Dice que la víctima había lanzado un moledor de café, me parece que era, el que se quebró, para solicitar ayuda y se habría producido un forcejeo entre ambos, habría caído el arma aparentemente de fuego, que luego se pudo determinar que era una pistola de aire comprimido, y que luego el imputado habría extraído desde su vestimenta un cuchillo, que según la víctima estaba muy afilado, porque lo primero que sufrió fue herida en dos dedos de una de sus manos, en donde le rebanó las yemas completas, y que inmediatamente, dice el imputado, empezó a empuñar el cuchillo de arriba hacia abajo y que le dio heridas, y que de acuerdo a la propia atención de los datos de urgencia de la clínica Bupa Reñaca, le provocaron varias lesiones en la zona clavicular en general, en la zona del cuello, una de ellas, incluso una herida profunda de 5 centímetros en la zona de la subclavia”, añadió.
En su resolución, la magistrada precisó que si el imputado pretendía amedrentar al profesor por reprobarlo nuevamente, “las heridas no habrían sido nunca en la zona en que fue, habrían sido en los brazos, en las caderas, en las piernas, en la espalda, pero nunca en la zona que todos sabemos es la más vulnerable del cuerpo humano para quitarle la vida, como es precisamente el cuello, la cabeza. ¿Y por qué? Porque precisamente estas zonas del cuello son aquellas que tienen menor protección ósea y menor protección muscular. La herida subclavia es una herida sumamente grave, que si no es atendida con la celeridad puede incluso, si es perforada, causar la muerte porque provoca una hemorragia masiva. Eso todos lo sabemos”.
Agregó: “cuando la víctima dice que el imputado lo agredió con este cuchillo, de esta manera, desde arriba hacia abajo, en donde le dio diversos cortes, no podemos sino entender, a mi juicio, que estamos en presencia de un delito de homicidio”.
La jueza fijó un plazo de investigación de 100 días y ordenó la evaluación médica del imputado en el recinto penitenciario para adoptar las medidas necesarias, considerando que éste abandonó el tratamiento psiquiátrico en el que se encontraba.
Intervinientes:
Fiscal: Paulina Madariaga
Defensa: Patricio Jiménez
