Tras la entrega del Gobierno chileno a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de la actualización de su compromiso de reducción de emisiones y medidas para enfrentar el cambio climático, el diputado Diego Ibáñez, miembro de las comisiones de Salud y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, llamó a hacer carne los compromisos, al señalar que “necesitamos que estos compromisos internacionales se transformen en políticas concretas en el país, partiendo, por ejemplo, por reconocer de forma explícita y vinculante el derecho humano al agua”.
El parlamentario de Convergencia Social aseguró que “esperamos que el gobierno tenga la voluntad de comenzar a materializar estos compromisos en decretos, proyectos de ley o indicaciones a proyectos ya existentes para poder darles un mayor sustento legal. Desde el congreso también estamos trabajando para buscar las fórmulas para avanzar en esa dirección. Personalmente participé en el proceso de observaciones al documento de actualización de las NDC, con dos principales preocupaciones, la necesaria descarbonización de nuestra matriz energética, comenzando por el cierre de las termoeléctricas a carbón que complican tanto en las zonas de sacrificio de nuestro país y la adaptación al cambio climático desde el punto de vista del agua. Creo que aún hace falta concretar de manera más clara que se hará a nivel nacional en estos puntos, en el marco de estos compromisos internacionales.”
El diputado frenteamplista también se refirió a la emergencia desatada a partir del COVID-19, asegurando que “lo ocurrido mundialmente con la pandemia ha sido reflejo de lo que sucede al no estar preparados para enfrentar factores que escapan al control humano. Esto debe ser un llamado de atención sobre lo que puede llegar a pasar si no ponemos freno de forma urgente al cambio climático, cómo podríamos llegar a ver afectada la salud de las personas, su bienestar, sus fuentes de trabajo y la economía en general. La crisis económica generada por el COVID debe servir como lección y no como excusa para demorar aún más la aplicación de medidas para frenar el cambio climático y esperamos que el gobierno entienda eso”.
Finalmente el parlamentario abordó materias particulares, indicando en relación a los planes de manejo y sectores económicos que “espero que los anuncios respecto a bosque nativo se traduzcan en una conservación efectiva, en particular en nuestro distrito y en la zona central, donde el bosque nativo esclerófilo y las formaciones xerofíticas están amenazadas por el avance de la industria paltera que ha eliminado indiscriminadamente estos ecosistemas nativos de las laderas de cerros. De la misma forma espero que los planes de manejo para los mares realmente sirvan para la protección y que no vaya a ocurrir lo mismo que en el caso del bosque nativo, donde las presiones del sector empresarial pasan por sobre las consideraciones ambientales”.
En relación al agua, y la presentación realizada por la Ministra Schmidt de al menos tres instrumentos: planes para todas las cuencas, huella hídrica y el indicador de riesgo hídrico, Ibáñez dijo creer que “es valorable que se introduzcan nuevos instrumentos, pero me cuesta imaginar cómo esto se hace compatible con la estructura de propiedad del agua en el país. Ahora mismo durante esta emergencia de COVID-19 vemos como hay comunidades que no tienen agua para cumplir con los requisitos sanitarios mínimos, mientras existen tranques agrícolas llenos de agua, colindando con esas comunidades. Esa brutal desigualdad es inaceptable y es el pilar fundamental a modificar para que el resto de los instrumentos tengan sentido”.
