La Agrícola Santa Sara, ubicada en el Valle de Casablanca a menos de seis kilómetros de la costa, es una de las tres lecherías de la Región de Valparaíso en obtener la certificación de predios sustentables del programa Chile Origen Consciente. Se trata de un campo de 4 mil hectáreas, 1.600 vacas en ordeña bajo un sistema de alimentación controlado, y que producen 24 millones litros de leche.
La producción de lácteos en la zona central presenta enormes desafíos relacionados con la escasez hídrica y la gestión de los predios. Pero aún así, esta empresa ubicada en la comuna de Casablanca fue uno de los primeros cien predios en obtener la certificación sectorial en sustentabilidad.
“Vengo del área del diseño y la arquitectura, y decidí venir por un tema familiar. Es una lechería que partió mi abuelo, mi papá sigue muy presente y por circunstancias de la vida terminé formando parte de este equipo Era algo necesario porque si bien tenemos una estructura que funciona muy bien en la parte técnica, al ser un negocio familiar se necesitaba alguien que estuviera presente”, destacó Alliende, arquitecta de profesión y quien es parte de la tercera generación de su familia en formar parte de la administración del campo.
La leche de Santa Sara destaca por su alto componente de materia grasa y proteínas, fruto de los avances en infraestructura realizados en los últimos años, con la implementación de una sala de ordeña rotativa con capacidad para 60 vacas.
“Nuestro foco es que la empresa se mantenga en el largo plazo con un fuerte sello de sustentabilidad, en una zona donde la actividad lechera ha disminuido con el paso del tiempo. Es un desafío muy grande e incluso hasta romántico. Son negocios que requieren de un gran esfuerzo, hay que lidiar con muchos factores, como el clima, la tierra, el agua. A pesar de que muchas veces hay cuestionamientos del consumidor, alguien tiene que producir el elemento. Y ahí estamos nosotros”, agregó la empresa agrícola.
El predio ha realizado un trabajo en el manejo, crianza, selección genética de sus animales, lo que les ha permitido erradicar el riesgo de enfermedades como tuberculosis, leucosis y brucelosis (tres de las principales amenazas sanitarias del sector). Sus vacas son de la raza Holstein, procedente de la región frisiosajona alemana, que se destacan por su alta capacidad productora de leche.
Más de 150 acciones
La industria de la leche es uno de los primeros rubros de la economía chilena en suscribir un mecanismo de producción limpia, como parte de los compromisos del país para mitigar sus emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia la carbono neutralidad. El estándar establece la evaluación de diez aspectos del proceso de producción de la leche
El proceso es apoyado por el Consorcio Lechero, organismo que ha trabajado en disponer de material técnico para productores de leche, además de capacitar a un grupo de 45 auditores oficialmente acreditados y más de 70 personas que se desempeñan como asesores en los tres ámbitos de la sustentabilidad. Todo esto con el objetivo de incentivar la participación de los predios, principalmente aquellos de menor producción.
La certificación en sustentabilidad para productores de leche (cuyo cumplimiento es validado por seis servicios públicos) aborda un total de 156 acciones en los ejes social, económico y ambiental, de las cuales casi un tercio corresponde a los avances en bienestar animal, según destacó la coordinadora del área sustentabilidad del Consorcio Lechero, Natalie Jones.
También hay un foco importante puesto sobre la inocuidad y la calidad de la leche.
“Estamos siendo capaces de avanzar en los distintos focos de la sustentabilidad, y demostrar que lo estamos haciendo bien, con especial interés en los ámbitos de bienestar animal, que abarcan 51 de las 156 acciones del estándar. En este aspecto, los productores certificados, en promedio, están cumpliendo un 85% de las acciones de bienestar animal, por ejemplo”.
“La sustentabilidad es un imperativo para toda industria y este programa ofrece un camino para avanzar con una propuesta de acciones concretas”, comentó la especialista.
El estándar de sustentabilidad para predios lecheros es una herramienta de gestión que permite identificar buenas prácticas y acciones con el fin de avanzar hacia procesos de producción que respondan a nuevas exigencias regulatorias y de los consumidores tanto en Chile como a nivel internacional.
En el país, los sistemas productivos lácteos se caracterizan por entornos que mantienen su biodiversidad, alimentación basada en pastoreo y sólidos estándares en inocuidad, entre otros atributos.
Su diseño responde al propósito del programa Chile Origen Consciente del Ministerio de Agricultura, y al reto de posicionar al país como un productor de alimentos sostenibles, lo que apunta a fortalecer la competitividad de los envíos nacionales al resto del mundo. Se trata de la única certificación destinada a agregar valor a productos agropecuarios chilenos, hasta la fecha, en el escenario de la crisis climática global.
“La lechería del norte”
“Chile tiene una moderna lechería, con sistemas intensivos estabulados en la zona central y principalmente a praderas en la zona sur, concentrados en las regiones de Los Ríos y Los Lagos”, según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
El organismo precisa que en 2022 un total de 2.411 productores/as que proveyeron a 136 plantas lecheras a nivel nacional, con un total de 2.398 millones de litros procesados a leche fluida (459 millones de litros), leche en polvo (74 mil toneladas), quesos (117 mil toneladas), yogur (222 millones de litros), entre otros productos.
El caso de la Agrícola Santa Sara es particular en este escenario: es uno de los que más al norte se ubica y, entre los primeros cien certificados con el estándar de producción sustentable, uno de los tres de la Región de Valparaíso. El predio se ubica a menos de seis kilómetros de la costa, en el corazón del Valle de Casablanca, y funciona hace más de cien años.
“Logramos la certificación con un súper buen puntaje. Nos concentramos en diversos aspectos, desde el bienestar animal hasta la capacitación del personal, pero lo más importante fue la implementación de los registros, porque había muchas cosas que ya hacíamos pero no las llevamos documentadas. Aunque cada vez menos gente trabaja en la agricultura, nosotros apostamos por seguir, pese a las dificultades, entre ellas la de la escasez de agua”.
La agrícola ha tenido que superar los coletazos de la crisis hídrica que afecta a la zona central del país. Para ello, han explorado oportunidades de innovación y están abiertos incluso para evaluar opciones con centros de investigación y universidades. Pese a esto, han tenido hoy que trasladar su producción de forraje a la zona sur del país, y traerlas una vez que ese alimento está en condiciones de ser consumido por las vacas.
Promoción láctea
Chile produce anualmente 2.650 millones de litros y genera 230 mil toneladas de quesos, leches en polvo y otros derivados. Pese a este potencial, el consumo per cápita promedio de la población nacional (155 litros) es inferior al indicador sugerido por la FAO (187 litros). Algunas naciones europeas bordean los 300 litros por habitante al año y el promedio de los países desarrollados es cercano a los 250 litros.
Octavio Oltra, gerente del Consorcio Lechero, destaca que avanzar en la certificación de sustentabilidad es relevante tanto por fortalecer la competitividad del sector en los mercados, como por dar una importante señal a consumidores cada vez más exigentes, en un entorno influenciado además por factores de desinformación respecto a los alimentos de origen animal.
Por eso, desde el gremio apuntan a promover una producción sustentable y a ofrecer a los consumidores una información basada en evidencia científica, para lo cual trabajan de la mano con un grupo de académicos de varias universidades nacionales, con el objetivo de relevar los beneficios de los lácteos en la prevención de enfermedades, los requerimientos de poblaciones de riesgo y su contribución a nivel de micronutrientes básicos.
Esto en línea, además, con la última versión de las Guías Alimentarias para Chile, el principal documento para la formulación de políticas públicas en la materia.
“El Consorcio tiene como propósito el desarrollo sostenible del sector, porque creemos que la leche es un alimento fundamental para el presente y futuro de la nutrición. Para eso hemos realizado un trabajo a nivel de la promoción de la leche y la industria, con miras a alcanzar la carbono neutralidad y consolidar un proceso basado en ejes como la economía circular, el bienestar animal, la protección al medioambiente y el aporte al desarrollo”.
“Estamos trabajando con fuerza para que el sector sea un motor del desarrollo del país y las regiones”, afirmó Oltra.
De acuerdo a la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y los Alimentos (FAO) la leche es considerado como un alimento sustentable para la humanidad, tanto por su alto valor biológico y nutricional como por su contribución a las comunidades que obtienen su sustento de la actividad productiva y los impactos ambientales menores a otras industrias. Se calcula que el 85% de la población mundial ingiere lácteos.