Como pertinente calificó la académica de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Alejandra Valencia, la nueva ley que regula las aplicaciones de transporte de pasajeros.
La experta sostuvo que, de esta forma, la legislación supervisará a este servicio, de igual manera como se hace actualmente con su competencia, es decir los taxis y taxis colectivos, que deben cumplir una serie de obligaciones para su funcionamiento.
La iniciativa legal, que debiera aplicarse a partir del mes de enero próximo, contempla solo el uso de vehículos con una cilindrada igual o superior a 1.400 centímetros cúbicos y con un máximo de 7 años de antigüedad durante los primeros 6 meses de entrada en régimen. Además, el conductor deberá contar con una licencia clase A2, entre otras medidas.
“Con los cambios que trae la ley, probablemente, debiéramos esperar que se reduzca el parque automotor que realiza este servicio, básicamente, porque hay una serie de restricciones que se indican en la nueva ley que dejarán a muchos conductores fuera”, afirmó Valencia.
La ingeniera subrayó que es correcto que se exija a los conductores tener una licencia profesional debido a las características del servicio que entregan.
Dudas
Asimismo, planteó dudas respecto de qué tan pertinente es que la cilindrada sea igual o mayor a 1400 c.c: “Esto, porque a mayor cilindrada, mayor contaminación del medio ambiente”.
En torno a la exigencia de siete años de antigüedad de los vehículos, la académica planteó que “en algunos casos están en funcionamiento buses mayores a su vida útil, sobre todo en zonas rurales o regiones con servicios no licitados. Se podrían considerar los kilómetros recorridos en conjunto con el número de años de los vehículos”.
Por otra parte, añadió que muchas veces las leyes se hacen de manera centralizada y no consideran a las áreas que carecen de un buen servicio de transporte público, como por ejemplo la periferia y algunas regiones.
“Frente a la escasez de transporte y en horarios nocturnos, mucha gente se verá perjudicada y obviamente los costos de los viajes probablemente subirán. Uno pudiera esperar que este tipo de Apps tuviera un valor similar o quizás un poco más alto que los taxis. Por ahí van los incentivos de regularizar este sistema, pero sí creo que su existencia es necesaria para personas que necesitan llamar a un vehículo y trasladarse en lugares con un mal servicio y además, sabiendo cual su valor”, añadió.