En una próxima sesión ordinaria, los senadores deberán votar en Sala la propuesta que busca garantizar la modernización de la hoy cerrada fundición Hernán Rivera Lira, en la comuna de Paipote.
Directo a la Sala, se dirige el proyecto que dispone el resguardo de la capacidad de fundición de la Empresa Nacional de Minería (Enami), el que cursa segundo trámite. Esto luego que los integrantes de la Comisión de Minería y Energía aprobaran sus ideas matrices por unanimidad.
La propuesta busca garantizar la construcción del proyecto de modernización de la fundición Hernán Videla Lira (HRL) ubicada en Paipote, región de Atacama. Cabe recordar que, en febrero pasado, la planta dejó de funcionar luego que el directorio decidiera por razones económicas cerrar sus operaciones. En paralelo, la empresa se encuentra desarrollando un plan para reanudar su funcionamiento en nuevas instalaciones.
En ese entendido, la moción establece que “las autoridades competentes deberán velar por el resguardo de la capacidad de fundición de la Enami (…) En caso de cese de funciones de la fundición HRL, en Copiapó, por obsolescencia tecnológica, incumplimiento de estándares medioambientales u otras razones, se deberá garantizar la construcción de su proyecto de modernización con los más altos estándares ambientales y productivos”.
En abril pasado, la ministra de Minería, Aurora Williams aseguró que la nueva fundición se levantará en el mismo lugar de la actual, y ya se estaría analizando el impacto ambiental y el estudio de factibilidad de las obras de construcción. Tras ello, Enami debería abocarse a conseguir el debido financiamiento, el que podría estar sujeto a la capitalización de la compañía y en parte también, a la venta del 10% de su principal activo: la mina Quebrada Blanca a Codelco.
Entre los fundamentos de la moción, sus autores destacan la importancia social de la Enami, cuyo “modelo apunta a resguardar más de 1.160 faenas de actividad minera, tanto en la generación de empleos como en el desarrollo productivo en más de 50 comunas del norte de Chile, en los últimos 60 años”.
Además, señalan que “no fundir y refinar en Chile, es un mal negocio para el país. Esto, porque se pierde parte de la renta de la minería, de la propia fundición y refinería. Igualmente, por la relevancia en el mercado del cobre, al quedar sometido al poder incontrastable de China”.