A partir de este domingo, el público tendrá acceso para visitar la tumba del papa Francisco en la basílica Santa María la Mayor de Roma, según confirmó este jueves el servicio de prensa del Vaticano. La apertura al público será un día después del funeral del pontífice argentino, quien falleció el lunes a los 88 años, tras más de una década liderando la Iglesia católica.
El entierro de Jorge Mario Bergoglio será el primero de un papa fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. Más de 60.000 personas desfilaron hasta ahora ante el ataúd del papa Francisco para darle un último adiós en la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro, que apenas cerró un par de horas en la madrugada de este jueves.
Una marea humana inunda desde el miércoles el Estado más pequeño del mundo para presentar sus respetos al primer pontífice latinoamericano, cuya muerte conmocionó a millones de fieles alrededor del mundo.
La mañana de este jueves, al menos 61.000 personas recorrieron la nave central de la imponente basílica barroca para despedirse unos segundos del jesuita argentino, anunció el Vaticano.
Pero las filas para entrar siguen congregando a miles más. En la mañana, Ana Sofía Alicata y su amiga Florencia Soria, dos argentinas de 26 años, se unieron a una con un café en mano para prepararse a una larga espera que puede extenderse hasta cuatro horas.
Francisco «ha sido un referente muy importante en muchos sentidos, no sólo para la Iglesia católica, sino para el mundo», aseguró a la AFP Alicata. «Ha acercado mucho a los jóvenes a la iglesia».
La capilla ardiente se mantendrá hasta el viernes de noche, cuando el sencillo féretro se cierre y se prepare para el funeral de Estado, que tendrá lugar el sábado.
Presidentes como Donald Trump, Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, así como el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres, ya anunciaron su presencia.
El gobierno italiano prevé entre 150 y 170 delegaciones extranjeras en el servicio y reforzó la seguridad en Roma, con cierres viales y controles estrictos.
El entierro de Jorge Mario Bergoglio será ese mismo día en la basílica de Santa María la Mayor, el primero fuera del Vaticano desde 1903.
El papa llegado «del fin del mundo» lideró la Iglesia católica desde 2013 con un pontificado reformista, centrado en las periferias y en los más pobres. Su estilo sencillo y austero provocó admiración y también críticas entre los sectores conservadores.
«Cualquiera de los que el Espíritu Santo ponga para seguir adelante (…) que continúe todo aquello que él ha comenzado», dijo a la AFP el cardenal venezolano Baltazar Porras.
Como símbolo de su legado, un grupo de pobres estará presente el sábado en la basílica Santa María la Mayor, a la llegada del féretro del papa.
El público general podrá recogerse ante la última morada del papa Francisco a partir del domingo, indicó el Vaticano. Francisco rompió varias tradiciones funerarias. A diferencia de otros papas, su cuerpo reposa en un ataúd (no en catafalco), vestido con casulla roja, mitra blanca y zapatos negros, sosteniendo su inseparable rosario.
El Vaticano aún no ha anunciado la fecha del cónclave, priorizando el desarrollo del funeral. La elección del nuevo papa debe realizarse en la Capilla Sixtina dentro de un plazo de 15 a 20 días, aunque puede adelantarse si los cardenales lo deciden. Más de dos tercios de los 135 cardenales electores fueron designados por Francisco.
Tras fijar la fecha del funeral, los cardenales decidieron que los Novendiales —nueve días de luto oficial— comenzarán el sábado. El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández presidirá el sexto día.
Las autoridades impusieron una zona de exclusión aérea sobre Roma, desplegaron unidades antidrones, aviones de combate y helicópteros policiales. También hay francotiradores en puntos estratégicos como la Via della Conciliazione y el Janículo.
