Para la celebración de las fiestas patrias en Japón se realizó una programación especial que invitó al público local e internacional a vivir las tradiciones chilenas.
El pabellón de Chile en la Exposición Universal 2025 que se celebra en Osaka (Japón) tuvo una celebración de fiestas patrias que reunió cueca, gastronomía típica y juegos tradicionales.
Durante todo el día, la comunidad de chilenos residentes en Japón y los visitantes japoneses e internacionales al pabellón chileno, pudieron sumergirse en esta experiencia cultural, que llevó las tradicionales celebraciones dieciocheras a más de 17 mil kilómetros de distancia.
La jornada comenzó con una ceremonia oficial donde se interpretó el Himno Nacional y hubo una presentación de un grupo folclórico, la cual contó con la presencia de la Directora de Pabellón, Marichu Meyer, y los arquitectos ganadores del concurso público para la arquitectura interior del pabellón, Jeannette Plaut y Marcelo Sarovic de CONSTRUCTO.
Además, durante todo el día, se realizaron demostraciones de cueca, degustaciones de empanadas, dulces típicos como empolvados y vino, además de tener juegos como el emboque o las argollas y trivias sobre Chile.
“Durante estos cinco meses hemos organizado la programación del pabellón de Chile en la Expo 2025 con semanas temáticas. En estas fiestas patrias queremos mostrar al público japonés e internacional una visión integral de nuestro país: sus territorios, su turismo, sus costumbres y tradiciones, así como también nuestra gastronomía y productos. Será una oportunidad única para que los visitantes conozcan la diversidad y vitalidad de Chile como sociedad”, comenta Paulina Nazal, Comisionada General de Chile para la Expo Osaka 2025
A falta de menos de un mes para que termine la Exposición Universal 2025, el próximo 13 de octubre, el pabellón de Chile -que contiene el “Makün: El Manto de Chile”, una pieza de lana de oveja tejida por 200 artesanas mapuche- ha recibido a más de 1,8 millones de visitantes y ha sido catalogado por la prensa especializada y japonesa como uno de los “imperdibles” y una “joya oculta”.