Este lunes se inició con un operativo social el proceso de desalojo de la toma Calicheros en Quilpué con la mayoría de las familias desmantelando sus viviendas y acatando la orden judicial que existe a este respecto. Las Autoridades se hicieron presentes en el lugar desde el cual avisaron que la tarea proseguirá mañana para ya el miércoles comenzar a concretar la demolición de las casas.
Y si bien quedan algunas dirigentas que se niegan a abandonar el sitio, el Delegado Presidencial Provincial de Marga Marga, Fidel Cueto, dijo que al existir una orden judicial las personas no pueden negarse a salir de la toma, y si lo hacen estarían incurriendo en una falta por la que podrían ser detenidos por carabineros.
«Ya hay un 30% de las personas que ya han abandonado el lugar, este es un sector peligroso y no podemos estar a la espera de una catástrofe, por lo que tenemos que tomar medidas, cualquier persona que quiera transgredir la ley podría ser detenida», dijo Cueto, junto con decir que mientras hoy se realizará al catastro de las personas, mañana parte la demolición.
El delegado recordó que el municipio dispuso de un albergue para las personas que no tienen donde ir y que también se ocuparán de los animales que tienen estas familias, tanto mascotas como de trabajo, por que ayudará tanto el SAG como el municipio. «Hay diferentes ayudas y depende de caso, depende de su Registro Social de Hogares e incluso hay gente que tienen casas en otros sectores de la Región», apuntó, insistiendo que hay 120 viviendas que deben ser demolidas.
Hasta ahora hay 40 familias catastradas, pero no se sebe todavía el total de las personas que tienen que abandonar la toma.