Investigaciones publicadas en JAMA Neurology y The Lancet destacan la estrecha relación entre la pérdida auditiva y enfermedades degenerativas. Experto de GAES Chile destaca que los audífonos pueden frenar esta condición y mejorar la calidad de vida.
El vínculo entre la pérdida auditiva y el Alzheimer está siendo respaldado por nueva evidencia científica. Estudios internacionales revelan cómo una detección temprana y el uso de audífonos pueden marcar una diferencia significativa en la prevención del deterioro cognitivo y de la demencia en adultos mayores.
Un reciente estudio publicado por JAMA Neurology en 2025 analizó a tres grupos de personas con distintos niveles de audición. Los resultados mostraron que quienes presentaban pérdida auditiva leve tenían el doble de riesgo de desarrollar Alzheimer, en comparación con aquellos con audición normal.
El mismo trabajo evaluó dos intervenciones: un grupo recibió estimulación cognitiva, mientras que otro utilizó auxiliares auditivos. Sorprendentemente, el grupo que usó audífonos mostró una reducción del 48% en el deterioro cognitivo tras tres años, evidenciando que mantener una adecuada estimulación auditiva puede ser clave para proteger la memoria.
“Estos resultados confirman lo que observamos en la práctica clínica: una pérdida auditiva no tratada genera menos estimulación cerebral y social, lo que puede acelerar la pérdida de memoria y la desconexión emocional”, explica Luciano García, fonoaudiólogo y especialista del área médica de GAES Chile.
“La audición activa el cerebro; cuando se deteriora, el cerebro se sobrecarga intentando compensar, y eso puede afectar otras funciones cognitivas”, agrega.
Audífonos pueden reducir el deterioro cognitivo en casi la mitad de los casos
En tanto, una investigación publicada en The Lancet confirmó que los adultos mayores con mayor riesgo de demencia pueden protegerse contra el deterioro cognitivo mediante el uso de audífonos.
El estudio demostró que estos dispositivos pueden disminuir en casi un 50% el riesgo de deterioro cognitivo entre las personas con factores de riesgo como hipertensión, diabetes, bajos niveles educativos o vivir solos.
“Hoy los audífonos no son lo que eran hace veinte años, ahora son dispositivos inteligentes, discretos, conectados al celular y capaces de adaptarse al entorno. Gracias a la tecnología, ayudan a mantener la estimulación cerebral y la participación social”, comenta García.
Una tendencia global: salud auditiva y envejecimiento activo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1.500 millones de personas en el mundo presentan algún grado de pérdida auditiva, y para 2050 la cifra podría superar los 2.500 millones, de los cuales 700 millones necesitarán rehabilitación auditiva.
En Chile, GAES impulsa durante octubre —Mes del Adulto Mayor— una campaña de evaluaciones auditivas gratuitas y concientización sobre la importancia de tratar a tiempo la pérdida de audición.
“Las familias suelen notar los primeros signos: subir el volumen del televisor, pedir que repitan las frases o aislarse de reuniones. Detectar a tiempo la pérdida auditiva permite mantener una vida activa, social y cognitivamente sana”, concluye García.