Tras la realización del juicio oral, el Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativo de la Fiscalía de Tarapacá (Sacfi) logró la condena de 12 años de presidio para un sujeto chileno, de 22 años, por su participación en el homicidio calificado de un hombre de nacionalidad venezolana, ocurrido en febrero del año pasado, al interior de una chatarrería en la comuna de Alto Hospicio.
En el juicio oral a cargo del fiscal de foco Héctor López se acreditó que el día de los hechos, cerca de las 20:00 horas, al interior del sitio que ocupa la chatarrería de nombre “WALL-E”, ubicada en el sector El Boro, llegó el acusado Benjamín Mansilla Zegarra, junto a otros tres adolescentes (de 17 y 16 años) y un quinto sujeto adulto, con el fin de dar muerte a la víctima (35 años). En el lugar el afectado intentó huir, momento en que uno de los adolescentes le disparó en reiteradas ocasiones con una pistola calibre 9×19 mm., cayendo la víctima al suelo, aprovechando los otros imputados de golpearlo y apuñalarlo, para finalmente otro adolescente volver a dispararle.
Producto de estos ataques, la víctima resultó con diversas lesiones cortopunzantes y contusas, además de múltiples heridas por impacto balístico en diversas partes del cuerpo, las que le provocaron la muerte.
En el juicio el fiscal presentó los testimonios de los funcionarios de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones que estuvieron a cargo de las diligencias que permitieron identificar y detener a los imputados, en especial, a través de los análisis de las cámaras de vigilancia y los testimonios de testigos reservados. También declaró el perito del Servicio Médico Legal que confirmó la causa de muerte y las múltiples lesiones que presentaba la víctima.
Terminado el juicio, el tribunal resolvió condenar al acusado a la pena efectiva de 12 años de presidio como autor del delito de homicidio calificado con alevosía y premeditación.
Dos de los adolescentes que participaron en este homicidio ya fueron condenados a penas de 5 y 4 años de internación en régimen cerrado, respectivamente, mientras que el tercer adolescente y el otro adulto involucrado se encuentran con orden de detención.