El aumento de contagios en primavera se podría explicar por factores climáticos, baja vacunación y relajación de medidas preventivas, señala Marcela Díaz Fluhmann, directora de Enfermería en Campus Casona de la Universidad Andrés Bello.
La circulación de virus respiratorios en Chile ha superado los patrones habituales de invierno. Según datos del Instituto de Salud Pública (ISP), la positividad para virus respiratorios alcanzó un 49,1%, con la Influenza A, representando el 21,7 % de las detecciones.
Marcela Díaz Fluhmann, directora de la carrera de Enfermería del Campus Casona de la Universidad Andrés Bello, indica que este fenómeno refleja un cambio en el comportamiento estacional de la enfermedad. “Hoy estamos viendo casos de influenza incluso en primavera, lo que se explicaría por variaciones climáticas, mayor actividad social dada la mejora de las temperaturas y la época del año y una cobertura de vacunación aún insuficiente”, afirma.
Cambios de temperatura
Los cambios de temperatura como mañanas frías, tardes calurosas y días con humedad, alteran la dinámica de transmisión del virus. A esto se suma el aumento de actividades sociales, eventos masivos y viajes durante esta época del año, condiciones que facilitan la propagación.
La académica advierte que “aunque la campaña de vacunación se amplió a toda la población desde julio, la adherencia no ha sido óptima, dejando expuestos a grupos vulnerables. También influyen factores ambientales como salas de clases con poca ventilación, alta densidad de estudiantes y menor higiene de manos tras el fin de la pandemia”.
Por otra parte, la docente también agrega que “el cambio climático está modificando los patrones clásicos de circulación de la influenza, extendiendo su presencia más allá del invierno e incluso hacia el verano”, agrega Díaz. Este escenario obliga a ajustar las campañas de vacunación y fortalecer la vigilancia epidemiológica durante todo el año.
Recomendaciones
Frente a esta realidad, la directora de Enfermería UNAB entrega recomendaciones claras para evitar contagios masivos. “Mantener ventilados los espacios, reforzar el lavado de manos, usar mascarilla ante síntomas respiratorios y evitar la asistencia a clases o reuniones estando sintomáticos. En los hogares, se sugiere aislar a la persona enferma, mantener limpieza frecuente , ambientes ventilados y completar los esquemas de vacunación”, dice la académica.