Chile ocupa el tercer lugar en Latinoamérica, detrás de México y Brasil, y la posición número 28 a nivel mundial, según un informe de Medihair.
La calvicie es un tema de conversación que ha resurgido con fuerza en hombres entre 30 a 60 años. Un problema que, según revelan estudios recientes, incluso podría venir en la gestación por los genes heredados de la madre. De hecho, hay quienes sugieren que este gen podría explicar hasta el 70% de probabilidad de la caída del cabello.
Las razones de la calvicie podrían ser la genética, edad, o factores secundarios como el estrés, tabaquismo y la mala alimentación. Sin embargo, gracias al avance tecnológico y médico, existen una serie de tratamientos médicos que han sido favorables para terminar con el problema de la calvicie. Uno de ellos es el implante capilar: un procedimiento quirúrgico ambulatorio, donde se usa anestesia local, y en el que el paciente se va a su casa/hogar en la tarde, una vez finalizada la sesión.
Según explica Luis Quiroga, médico cirujano y director médico de Capilea Santiago, “en los implantes se ocupa la técnica Follicular Unit Extraction F.U.E. (Extracción por unidad folicular). Se trata de un método eficaz, seguro e indoloro, que consiste en extraer folículos de la zona donante (cabellos fuertes, genéticamente dispuestos para no caer) e implantarlos en la zona receptora o despoblada”.
Este proceso, que puede durar hasta 9 horas, se hace el implante de las unidades foliculares necesarias de la persona y los resultados son notorios: al tercer mes, comienza el crecimiento, al cuarto mes ya se puede ver el 20% del resultado, al sexto mes entre el 50% y 60%, y al año, ya se puede apreciar el cambio total. En este proceso, se diseña cada línea frontal según las facciones, edad y expectativas de cada paciente, alcanzando una distribución armónica y estética del cabello implantado.
También el doctor argumentó que la calvicie es una problemática que no solo afecta en el aspecto físico: también, puede afectar directamente en la salud mental: “mucha gente ve la recuperación capilar como algo estético, pero para otras personas, tiene un impacto positivo en la salud mental. La mitad de nuestros pacientes, es gente que está sufriendo por su alopecia, por cómo se ve, por la percepción que el mismo tiene. Entonces luego de los tratamientos, el paciente es otra persona, viene con otro ánimo”.
Un estudio de la Universidad de Manchester descubrió que la sobreactivación de la «respuesta integrada al estrés» (ISR, por sus siglas en inglés) afecta negativamente el crecimiento capilar. A medida que los folículos pilosos pierden su capacidad regenerativa con el envejecimiento, el cabello se adelgaza y se detiene su crecimiento.
Johanna Pinto, médico cirujano de Capilea Santiago, agrega que, “hoy la tecnología capilar en Chile, permite resultados naturales, sin dolor y con una recuperación rápida. No se trata solo de un procedimiento estético, sino de una oportunidad para recuperar seguridad y vitalidad”.
En el caso chileno, la consultora Surir lanzado en 2024, el 81% de los chilenos reconoce haber experimentado pérdida de cabello en algún grado, siendo más frecuente en mujeres y en personas mayores de 55 años. En cuanto a la calvicie masculina, Chile ocupa el tercer lugar en Latinoamérica, detrás de México y Brasil, y la posición número 28 a nivel mundial, según un informe de Medihair.
También, un estudio australiano reveló una tendencia clara: el 31% de los hombres entre 40 y 55 años tiene signos visibles de alopecia y este porcentaje sube al 53% en hombres entre 65 y 69 años. En Estados Unidos, cifras similares indican que el 53% de los varones de entre 40 y 49 años ya sufre una pérdida capilar significativa.