Los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS) se consolidan como aliados clave.
En el marco del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, que se conmemora el tercer domingo de noviembre, la seguridad vial toma protagonismo. Este mes invita a reflexionar sobre cómo la innovación ayuda a prevenir tragedias. Los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS) se afianzan como herramientas decisivas para salvar vidas.
En Chile, los sistemas disponibles corresponden a la categoría SAE Nivel 2 o “automatización parcial”. Pueden gestionar aceleración, frenado y dirección en condiciones específicas. El conductor sigue siendo responsable de la supervisión y de todas las decisiones.
Un copiloto que nunca se cansa
Los ADAS funcionan como un copiloto invisible que no se distrae ni se agota. “No conducen por nosotros, pero sí nos ayudan a llegar más seguros”, afirma José Luis Díaz, Gerente de Producto de Geely, quien proyecta una adopción creciente de estas tecnologías en el parque automotor.
Estudios internacionales, como el Proyecto VIDAS de Bosch y FESVIAL, estiman que una adopción masiva de ADAS podría prevenir o reducir hasta un 40% de los accidentes, el 37% de las lesiones graves y el 29% de las muertes en carretera.
Cuando la tecnología salva vidas
Combinando sensores, cámaras, radares y algoritmos, los ADAS monitorean el entorno en tiempo real. Asisten al conductor para anticipar riesgos y ejecutar maniobras preventivas, reduciendo incidentes por distracción, fatiga o errores de cálculo. También promueven una conducción más responsable y aceleran la transición hacia una movilidad más autónoma.
“En Geely hemos integrado tecnologías como Frenado Autónomo de Emergencia (AEB), Detección de Punto Ciego (BSD), Asistencia de Mantenimiento de Carril (LKA) y Control Crucero Adaptativo (ACC), reforzando nuestro compromiso con la seguridad vial y la innovación responsable”, agrega Díaz.
¿Qué es el Control Crucero Adaptativo (ACC)?
El ACC mantiene la velocidad seleccionada y ajusta automáticamente la marcha para conservar una distancia segura con el vehículo delantero. Puede frenar y volver a acelerar según el tráfico, e incluso detenerse y reanudar la marcha en versiones con función stop-and-go. No sustituye al conductor. Requiere manos al volante y atención permanente.
Con cada avance tecnológico, la seguridad vial da un paso adelante. Los ADAS no reemplazan la experiencia humana. La complementan con precisión y rapidez. En el Mes de la Seguridad Vial, recordamos que cada innovación cuenta para salvar vidas en las carreteras.