El uso de la Inteligencia Artificial se ha vuelto esencial para lograr inmediatez en las respuestas y eficiencias en costos operativos y automatización de tareas repetitivas, lo cual ayuda a mejorar la experiencia de las empresas con sus clientes.
La reducción de los tiempos de espera en la atención al público ha sido siempre uno de los grandes desafíos que tienen las empresas para lograr un mejoramiento en la experiencia con sus clientes. En ese sentido, la Inteligencia Artificial se ha vuelto una herramienta relevante para que las empresas puedan ser eficientes.
De acuerdo con el informe «Estudio de Adopción de IA en las empresas chilenas», elaborado por Entel, en términos generales, actualmente, cerca del 80% de las grandes compañías ya tienen integradas la IA dentro de sus operaciones mientras que dentro de las pymes, menos del 70% lo hace. Por otro lado, según datos de la Cámara de Comercio de Santiago, se espera que este año, el sector de Inteligencia Artificial crezca un 33% en Chile llegando a los US$1.000 millones.
Una de las empresas que está aplicando esta tecnología es Zero Q tanto en industrias como clínicas, cajas de compensación, isapres y AFP con el fin de dar respuestas inmediatas a las necesidades que hoy en día están teniendo los clientes de las distintas industrias.
Según Kristina Padrino, Customer Success Manager en Zero Q, sostiene que – en lo que respecta a la atención a público – «la Inteligencia Artificial se ha vuelto una herramienta esencial. La agilidad e inmediatez de las respuestas, además de la eficiencia en costos operativos y la automatización de tareas repetitivas hacen necesario que las empresas implementen, cuanto antes, soluciones que apunten a la eficiencia operativa y a la mejora de la experiencia de los clientes».
El objetivo es desarrollar un ecosistema de soluciones que permita mejorar las experiencias de las empresas en la atención al cliente. Por esto se ha desarrollado una herramienta llamada Agente IA que busca potenciar los canales de atención presencial y digital. «Se trata de un agente transaccional que interactúa de forma fluida, recopila información relevante, permite intercambiar archivos y automatiza tareas clave, permitiendo ofrecer una atención rápida, personalizada y escalable», explica Padrino.
El objetivo del agente IA es la reducción de costos operativos, la disminución de errores humanos, la automatización de procesos, y el aumento de la productividad. «Las soluciones de IA que desarrollamos se adaptan a los flujos de los clientes, tanto en los tótems de gestión de filas o autoatención como en canales digitales, todo con el objetivo de hacer más eficiente la operación, disminuir tiempos de espera, aumentar la satisfacción de los clientes y reducir costos operativos y errores humanos», enfatiza Kristina Padrino.
El progresivo uso de esta herramienta en el sector de atención al cliente puede lograr la automatización completa de este tipo de procesos según el tipo de industria y la operación que se desee cubrir.
«Siempre hay trámites de cierta complejidad que requerirán la intervención del humano, o bien hay usuarios que se resisten al uso de la IA y prefieren hablar con un humano. No se trata de suplantar el trabajo de los humanos, sino de complementarlo y hacerlo más eficiente», recalca la ejecutiva.