El uso de estrategias permite que se realicen procedimientos e intervenciones en pacientes que requieren atenciones no convencionales.
Disminuir los factores estresantes para niños y niñas que requieren ir al dentista es clave y más aún si se trata de un niño o niña con necesidades especiales tales como las asociadas a una patología, como la parálisis cerebral, o a una condición como el autismo.
Por esto, el Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQP incorporó la especialidad de odontopediatría con énfasis en la atención de pacientes con necesidades especiales en salud y riesgo clínico.
Explica la Dra. Claudia Moreno, odontopediatra que se unió este año al establecimiento, que “al ser un hospital tipo uno de alta complejidad, hay un nicho cautivo de estos pacientes y que requieren control y seguimiento odontológico, y me refiero, por ejemplo, los pacientes del equipo NANEAS, a los pacientes de condición autista, a pacientes del policlínico Down y a pacientes que están hospitalizados por distintas razones, más absorber la derivación de pacientes que no han podido ser atendidos de forma convencional, y que requieren apoyo y atención odontológica bajo anestesia general”.
Algunas herramientas para el manejo de la ansiedad
En la actualidad, la odontopediatría incluye la utilización de estrategias y herramientas para la gestión conductual y de la ansiedad de los pacientes: “tenemos formación en manejo, en psicología, en control de la ansiedad, en elementos facilitadores para la atención. Yo creo que a la hora de que nuestros usuarios puedan visitar al odontólogo, primero, no transmitir nuestras propias experiencias, porque las nuevas experiencias generalmente no son las mismas”, afirma la especialista.
Entre las estrategias que se recomiendan, en general para abordar la visita al odontólogo de los más pequeños, está la anticipación, a través de dibujos, relatos y descripciones de acuerdo a su edad, lo que reduce la incertidumbre y la ansiedad.
Y en segundo término, practicar. Es decir, efectuar ejercicios de abrir la boca y repetir con una cuchara o con el cepillo de dientes simulando el espejo odontológico, o replicar con la linterna del celular, la luz del sillón. Y por supuesto, no usar la visita al especialista como una amenaza o un castigo.
Atención consciente para un resultado exitoso
Un excelente ejemplo es el de Joaquín, un joven autista que, habiendo logrado grandes avances en su adaptación al odontólogo, requería una cirugía ambulatoria, lo que resultó un éxito gracias a la atención especializada. “En general la atención de pacientes con necesidad especial en salud, requieren que el entorno se adapte a sus necesidades. Cada vez más todos somos conscientes y se está trabajando de manera colectiva, y gracias al Policlínico TEA y otras cosas que también están ocurriendo acá en el hospital, que son muy buenas, (hacen) que uno adapte como el entorno para que, en este caso, Joaquín, por ejemplo, se pueda atender de acuerdo a su capacidad de cooperación, a sus necesidades, a su sensibilidad sensorial, a todas esas cosas”, explica la Dra. Moreno.
Y la mamá de Joaquín, Alejandra Bastías, lo corrobora. Además de hacer el proceso de anticipación, se hizo parte del equipo de salud en el acompañamiento de su hijo antes y después de la intervención. Ella señala que “la atención fue súper buena, muy considerada con él, muy considerada conmigo como mamá y con varias mamás, porque había varias mamás en el momento de las intervenciones. Y hasta el momento del alta, todo bien, se le entregó a él una colación, los jóvenes que estaban abajo atendiéndolo lo dejaron estar con sus juguetes, que son una parte importante de él, y en todo momento cariñosos con él. Así que fue una excelente experiencia y sé que todo papá, independiente de que el chico tenga su condición o no, nos preocupamos. Pero cuando uno recibe así desde el primer momento una buena comunicación con la doctora y que le explican bien todo, va ganando eso”.
La Dra. Moreno finaliza afirmando que “para todos los papás lograr llegar aquí y que al fin puedan recibir la atención que ellos necesitan para sus hijos, creo que ha sido un cambio significativo. Joaquín no tenía dolor, pero hay otros niños que viven con dolor muchos años y que eso los desregula, y que para los papás es súper difícil pasar noches sin dormir porque un niño tiene dolor de dientes, o que dejan de comer, o que los llaman del colegio que se los lleven porque está con dolor, entonces todo eso, poder ofrecer una ayuda para mejorar eso, para mí ha sido también súper significativo”.