La tragedia en Torres del Paine (Región de Magallanes), donde cinco turistas murieron tras quedar expuestos a condiciones climáticas extremas, recordó el alto riesgo que implica la hipotermia en zonas de montaña. En estos entornos, el frío, la humedad y el viento pueden afectar en minutos las funciones vitales.
El Dr. Carlos Rivera, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes (Uandes), explica que la hipotermia ocurre “cuando la temperatura corporal baja de 35°C”. En ese sentido, indica que el cuerpo pierde calor por contacto, viento, evaporación y radiación, mecanismos que se intensifican en climas extremos.
El especialista indica que la prevención es fundamental para evitar un deterioro rápido del estado físico. Para ello, recomienda mantener una buena alimentación, consumir líquidos calientes y reemplazar la ropa mojada para conservar la temperatura durante las excursiones.
Según Rivera, el primer síntoma suele ser el escalofrío, ya que tiritar evidencia un descenso temprano de la temperatura corporal. Ahora, si la hipotermia avanza, puede aparecer confusión, desorientación o la falsa sensación de calor, lo que incluso puede llevar a retirarse la ropa, agravando el cuadro.
Acciones urgentes
El académico Uandes advierte que la somnolencia y el letargo son signos de hipotermia profunda, situación que requiere actuar con rapidez. Al respecto, quitar la ropa mojada, abrigar con mantas o fuentes externas de calor y ofrecer líquidos calientes -si la persona está consciente- ayuda a estabilizar mientras llega el rescate.
El Dr. Rivera subraya que solicitar ayuda de manera precoz es determinante para la supervivencia, especialmente en zonas aisladas donde la asistencia puede tardar en llegar.
Prevención en montaña es lo esencial
El Dr. David Torres, académico de la Facultad de Medicina de la Uandes, recuerda que toda excursión debe planificarse adecuadamente. Conocer el clima, llevar vestimenta apropiada y avisar previamente el itinerario son medidas básicas para reducir riesgos.
El especialista agrega que evaluar la seguridad del entorno antes de asistir a un accidentado es clave, ya que intervenir sin analizar el lugar puede generar nuevos lesionados. Contar con nociones de primeros auxilios y saber activar la ayuda de forma efectiva también resulta crucial en zonas remotas.