En esta época con el aumento de alérgenos en el ambiente, muchas personas ven su aparato respiratorio más expuesto. A ello se suma la alta circulación en buses, trenes y metro durante las horas punta, donde la cercanía y la ventilación limitada elevan el riesgo de contagio de virus y bacterias.
Frente a este escenario, Francia Rivera Droguett, académica de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, entrega recomendaciones concretas y fáciles de incorporar a la rutina diaria para moverse con mayor seguridad en los viajes.
“El transporte público seguirá siendo un entorno de alta interacción entre personas; por eso, aplicar medidas simples y sostenidas en el tiempo hace una diferencia real en la protección individual y colectiva”, subraya Rivera.
1) Higiene de manos frecuente
Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de viajar, o utilizar alcohol gel al entrar y salir del transporte, sigue siendo una de las herramientas más eficaces para cortar la transmisión de microorganismos. “El lavado de manos es la medida más eficiente no sólo para evitar contagios de enfermedades respiratorias, sino de todo tipo; durante la pandemia estuvo muy presente y no debemos olvidarla”, enfatiza la académica de la UNAB. Idealmente, frote palmas, dorsos, entre los dedos y muñecas por al menos 20 segundos; si usa alcohol gel, prefiera soluciones al 60–70% y espere a que se sequen por completo.
2) Uso correcto de mascarilla cuando sea necesario
En periodos de alta circulación de enfermedades respiratorias o en espacios muy concurridos, una mascarilla bien ajustada disminuye la exposición a gotas y aerosoles. “Si presentamos síntomas respiratorios, su uso es clave para cortar la cadena de transmisión”, indica Rivera. Debe cubrir nariz y boca, ajustarse al rostro sin fugas y no bajarse para hablar por teléfono o conversar. “Bajar la mascarilla en el momento de mayor exposición anula su efecto protector”, advierte. Recuerde que las mascarillas simples de tres pliegues deben cambiarse cada dos horas o antes si se humedecen.
3) Ventilación siempre que sea posible
Optar por vehículos con ventanas abiertas, ubicarse cerca de corrientes de aire o evitar zonas de alta congestión contribuye a dispersar partículas suspendidas. “La ventilación diluye la concentración de microorganismos en el aire y reduce la probabilidad de que lleguen a nuestras vías respiratorias”, explica la académica.
4) Evitar tocarse la cara
Los ojos, la nariz y la boca son puertas de entrada de virus y bacterias. “Al tocar dinero, pasamanos o validadores, contaminamos las manos; si luego tocamos el rostro, facilitamos el ingreso de microorganismos”, señala Rivera. Una medida complementaria es limpiar con regularidad el celular, objeto que se manipula con frecuencia y acumula microorganismos. “No lavarse las manos después de usar el teléfono es un error común”, agrega.
5) Mantener distancia cuando sea factible
Si bien no siempre es posible, procurar una separación mínima de un metro, especialmente respecto de personas con tos intensa o estornudos, reduce el riesgo de exposición directa. “En traslados breves también existe riesgo: la cercanía y la falta de ventilación pueden ser determinantes incluso en viajes cortos”, advierte la académica.
6) Higiene respiratoria
Cubrirse nariz y boca al toser o estornudar con el antebrazo —y no con las manos— evita contaminar superficies y a otras personas. “Proteger al resto es parte de la responsabilidad compartida: si usamos las manos para toser, luego esa misma mano puede multiplicar la transmisión en el entorno”, sostiene Rivera.
Errores frecuentes que conviene evitar
Mascarillas mal ajustadas o sobreutilizadas: pierden efectividad. “Si la mascarilla queda suelta o húmeda, deja de proteger”, puntualiza.
- Confiar solo en la desinfección de superficies: la transmisión aérea es relevante en muchas infecciones respiratorias; por eso la ventilación y el uso correcto de mascarilla son determinantes.
- Bajar la mascarilla para hablar: interrumpe justo donde el riesgo aumenta.
- Subestimar trayectos cortos: la densidad de personas y el poco recambio de aire importan más que la duración.
- No limpiar el celular ni lavarse las manos tras usarlo: fomenta la recontaminación.
Vacunación
La vacunación en personas con factores de riesgo —adultos mayores, embarazadas, personas con enfermedades crónicas o inmunocomprometidas— disminuye la posibilidad de cuadros graves. “Vacunarse no solo protege a quien recibe la dosis; también reduce la presión de transmisión en la comunidad”, destaca Rivera.
Consejos prácticos para tu próximo viaje
- Lleva siempre un frasco pequeño de alcohol gel y úsalo al subir y bajar.
- Evita comer dentro del transporte para no quitarte la mascarilla ni llevarte las manos a la boca.
- Prefiere pararte cerca de ventanas o puertas para mayor recambio de aire.
- Si estás resfriado/a, ajusta bien la mascarilla y evita horas punta.
- Limpia el celular al llegar a tu destino y lávate las manos antes de tocar tu rostro.