Un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reveló cuáles son las frutas y verduras más nutritivas.
En un giro sorprendente para los aficionados a la dieta saludable, el tomate, a menudo aclamado como un superalimento, no se encuentra en la cima de la lista de las frutas y verduras más saludables.
Según un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hay otros contendientes que podrían reclamar el título de la fruta más sana del mundo.
El estudio, liderado por la Dra. Jennifer Di Noia, ha desarrollado una clasificación de «Powerhouse Fruits and Vegetables» (PFV), o frutas y verduras potentes, basada en su densidad de nutrientes.
Estos alimentos proporcionan, en promedio, el 10% o más del valor diario por 100 kilocalorías de 17 nutrientes esenciales.
«De 47 alimentos estudiados, 41 satisficieron el criterio de potencia», señala el estudio. Los tomates, con una puntuación de densidad de nutrientes de 20.37, se incluyen en la lista, pero no están en la parte superior, lo que sugiere que hay opciones aún más ricas en nutrientes disponibles para los consumidores.
El berro encabeza la clasificación
Los investigadores se centraron en identificar alimentos que estuvieran fuertemente asociados con un menor riesgo de enfermedades crónicas. Los alimentos se clasificaron según su contenido de potasio, fibra, proteínas, calcio, hierro, tiamina, riboflavina, niacina, folato, zinc y vitaminas A, B6, B12, C, D, E y K.
El estudio reveló que las verduras de hoja verde y crucíferas dominan la lista, con la berro encabezando la clasificación con una puntuación perfecta de 100.00. Le siguen el repollo chino, la acelga y la espinaca, todos con puntuaciones superiores a 80.
«Los mensajes podrían especificar PFV para ayudar a los consumidores a saber qué son y elegirlos como parte de su ingesta total de frutas y verduras», sugiere Di Noia en el estudio. Esta información podría ser crucial para los consumidores que buscan maximizar la densidad de nutrientes en su dieta diaria.
El estudio también destaca que, aunque algunos alimentos son excelentes fuentes de un nutriente particular, se estableció un límite en el porcentaje del valor diario para evitar que un solo nutriente contribuya excesivamente a la puntuación total.
A pesar de la clasificación, el estudio reconoce sus limitaciones, incluyendo la falta de datos sobre fitoquímicos en la puntuación de densidad de nutrientes, lo que significa que algunos beneficios para la salud de estos alimentos podrían no estar completamente reflejados en las puntuaciones.
La preferencia frutal en Chile: El plátano lidera el consumo
En un interesante contraste con la búsqueda global de las frutas más nutritivas, los hábitos de consumo en Chile revelan una preferencia nacional que se inclina hacia el plátano.
Según la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario, realizada por la Facultad de Nutrición de la Universidad de Chile en colaboración con el Ministerio de Salud, el plátano se lleva el título de la fruta más consumida en el país sudamericano.
A pesar de no ser un producto local y de tener que ser importado principalmente desde Ecuador, el plátano se ha arraigado en la dieta de los chilenos con un impresionante 70,4% de la población incluyéndolo en su alimentación regular. Le siguen en popularidad la manzana, con un 63,8%, y la naranja, con un 47,8%.
«Como chileno y ecuatoriano de corazón, me llena de orgullo ver cómo el plátano se ha convertido en una fruta esencial en la mesa de cada familia. Trabajamos día a día para ofrecer la mejor calidad de este alimento», expresa Gabriel Massuh Isaías, fundador de Bagno, empresa importadora de frutas en Chile.
Este fenómeno de consumo en Chile resalta cómo las preferencias culturales y la disponibilidad pueden influir en las elecciones alimentarias de una nación, incluso cuando se dispone de información sobre las frutas y verduras más nutritivas.
Mientras que el estudio del CDC proporciona una guía para seleccionar alimentos basados en su densidad de nutrientes, los hábitos de consumo en Chile demuestran que el gusto y la tradición también juegan un papel fundamental en la dieta.