Los caballos chilenos son rápidos. Descubre cómo estos especímenes logran dominar los rodeos chilenos. ¡Conoce su historia y capacidades!
Chile tiene muchas tradiciones fantásticas, siendo el caballo y rodeo una de las más populares. Y, cómo no iba a serlo, si está muy arraigado a la historia y la cultura del país. No se trata de cualquier cosa; el caballo chileno es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. De hecho, su presencia es indispensable en los rodeos, por la misma razón: preservar las costumbres.
Al tratarse de una actividad tan entretenida y de alto valor cultural, el caballo y rodeo aparece, incluso, en muchísimas páginas conocidas, como 1Win Chile. Así, el resto del mundo puede admirar la magnificencia de la historia de este gran país latinoamericano a través del rodeo en vivo. Esta gran pieza patrimonial es muy importante en Chile, debido a su valor. Pero, aún hay más por ver al respecto en esta reseña. ¡Empecemos!
La Historia del Caballo Chileno
Las tradiciones permanecen en los corazones de los chilenos por su alto valor patrimonial. Pero, cuando se habla de patrimonio, es imposible hacer a un lado a la historia, y mucho menos a los sentimientos en torno a ella. Sin duda, se trata de una mezcla de todo, que da como resultado una auténtica obra maestra que ha estado vigente durante mucho tiempo.
Por esta razón, hablar de caballo y rodeo en Chile no es cualquier cosa, sino un tema con gran significado. Y, como todos los tópicos de esta índole, hay un gran argumento de por medio, el cual está justificado por distintos puntos de interés:
Orígenes y evolución de la raza
Latinoamérica está repleta de especímenes prácticamente ancestrales, dado su vasto linaje, y el tiempo que llevan ocupando estas tierras. El caballo chileno es un claro ejemplo de esas especies, considerando que sus primeros registros genealógicos datan de a finales del siglo XIX. Sus orígenes están estrechamente vinculados a los caballos que fueron traídos desde España por los conquistadores.
Desde aquel entonces, el caballo se fue acondicionando a los distintos factores de la zona geográfica, como:
- Altitud.
- Vegetación.
- Clima.
- Tiempo atmosférico.
- Fauna.
En pocas palabras, lograron prosperar satisfactoriamente en este ecosistema, siendo este el punto de partida de su asentamiento y del motivo por el cual se les conoce hoy en día como caballos chilenos.
Su rol en la cultura y el deporte chileno
La presencia del caballo chileno en la cultura nacional no solo tiene base histórica, sino sentimental, como se menciona en una sección previa. Después de todo, se convirtió en el apoyo de muchos pobladores, debido a su gran contribución a la ganadería en general. Su labor con el campo fue fundamental para que, años más tarde, pasará a ser el ícono emblema del rodeo.
Así, nació la referencia “rodeo y caballo” en Chile, haciendo hincapié en todos esos caballos que, desde hace más de dos siglos, han conducido y guiado al ganado en los campos de distintas partes del territorio nacional.
Características Únicas del Caballo Chileno
El caballo chileno no tiene genética pura sangre, pero su mezcla es única, algo que se puede apreciar fácilmente en su físico y demás aspectos en torno a su estética. Basta con ver de cerca una de estas grandes creaciones de la naturaleza para comprobar que, en efecto, posee un cuerpo único:
Físico compacto y musculoso
El físico de un caballo es lo que determina su desempeño en el rodeo y en cualquier otro escenario. Los caballos chilenos tienden a ser muy ágiles, debido a su talla mediana. Claro, que sea así no contrarresta su fuerza en lo absoluto, porque es demasiado musculoso y rápido. Por esto y más, tienen cierta facilidad para cambiar de dirección e, inclusive, hacer giros rápidos de forma repentina.
Inteligencia y facilidad de adiestramiento
Su rendimiento en el rodeo no solo involucra físico y fuerza, sino que también inteligencia. Y es que, en términos generales, esto les permite concretar el adiestramiento en tiempo récord, además de crear un gran lazo con su entrenador. Y, cuando llega la hora de caballo y rodeo, responden de la mejor forma posible.
Resistencia y velocidad en la medialuna
Debido a todas las cualidades que definen a esta raza, los caballos chilenos pueden soportar prácticas extensas, además de alcanzar ciertas velocidades sin descontrolarse. Estas son solo dos de las razones por las cuales siguen siendo referencia dentro del rodeo. Tanto así que, hoy en día, muchos expertos en el tema hablan de los caballos chilenos como la mejor raza para esta clase de actividades.
El Papel Fundamental del Caballo en el Rodeo
Haciendo un recuento de las aptitudes del caballo chileno, queda bastante claro por qué este espécimen en tiene un papel protagónico e irrevocable en caballo y rodeo. Si a esto se le suma su valor histórico, la facilidad con la que son adiestrados y su espléndida manera de responder sobre la marcha, no queda la menor duda de que esta raza es la más apta para el papel. Pero, para enfatizar un poco más en esto, hay otros aspectos a considerar:
La conexión jinete-caballo: clave del éxito
Si bien, las cualidades del caballo son casi la base de todo, es de suma importancia que surja una buena conexión entre el jinete y el caballo. El objetivo es que ambos se entiendan a tal punto de que se puedan ejecutar todas las maniobras dentro de la medialuna sin ningún tipo de inconveniente. Para ello, debe haber:
- Reconocimiento.
- Control.
- Dedicación.
- Buen trato.
- Cuidados exhaustivos.
Todos estos puntos son imprescindibles para fortalecer la relación jinete-caballo, y así tener mejores resultados durante el rodeo.
Cómo se entrenan los caballos para la competencia
El entrenamiento de los caballos chilenos empieza desde que son prácticamente unos potros. Los años que se invierten en su adiestramiento son clave para su crecimiento. Así, aprenden a responder a los comandos de su jinete, además de presionar el novillo sin caerse. Por supuesto, solo los caballos chilenos maduros, ya entrenados, son los que participan en el clásico caballo y rodeo.
La importancia del caballo en la puntuación del rodeo
Retomando la idea de cómo la relación caballo-jinete se refleja en el rendimiento general, el puntaje se determina a partir de esto. Es decir, si el caballo responde adecuadamente a todas las señales, logrando cumplir los movimientos de la mejor forma posible. Si el desempeño es acorde a lo esperado, la puntuación será alta.
El Proceso de Selección y Crianza de un Caballo de Rodeo
Para efecto de caballo y rodeo, los entrenadores escogen potros que cumplan ciertos parámetros. Solo así, tienen la seguridad de que el proceso de adiestramiento dará sus frutos más adelante. Prácticamente, se trata de un ciclo, en el que se seleccionan nuevos especímenes, mientras los más adultos, ya entrenados, están más que listos para ingresar en el campo de rodeo. Hay muchos puntos que considerar en el proceso:
Qué características debe tener un potro de rodeo
El potro que vaya a seleccionarse para caballo y rodeo tiene que contar con ciertas aptitudes, tanto fenotípicas como genotípicas. Más que todo, es cuestión de genética; lo demás, como la fuerza y la agilidad son producto de la misma genealogía, así que una cosa determina la otra. Igualmente, se debe comprobar que el potro sea tranquilo, pero, a la vez, enérgico.
La alimentación y cuidados esenciales
Luego de seleccionar a los debutantes, comienza el proceso de entrenamiento, y, con él, todo lo referente a los cuidados, para mantenerlos en su máxima condición física. Para ello, se les proporciona una dieta adecuada, se les impone una rutina de ejercicio y, por último, se les suministra atención veterinaria para comprobar que estén bien de salud.
La preparación desde una edad temprana
Cuando se trata de rodeo chileno juego, no se puede olvidar que los caballos chilenos son sometidos a cuidados y entrenamiento constante, desde que son unos potros. Usualmente, los entrenadores esperan que cumplan dos años para iniciarlos, pero, al alcanzar los cuatros años, el nivel de dificultad aumenta. Para este punto, ya están preparados para unirse al clásico evento caballo y rodeo.
Grandes Ejemplares en la Historia del Rodeo Chileno
Ya que el rodeo es tradición, y esta no es más que años de buenas costumbres, es imposible hablar de esta gran pieza cultural sin pensar en todos esos caballos chilenos que marcaron su historia. ¡Así es! Grandes estrellas que dejaron su nombre en el salón de la fama, para ser recordados como la máxima expresión del rodeo chileno juego.
Caballos legendarios que dejaron huella
Los jinetes ocupan su bien merecido lugar en la historia de este gran deporte, pero los caballos chilenos son los protagonistas absolutos. Es por ello que se les recuerda como lo que son, grandes leyendas del rodeo. Habiendo aclarado esto, solo queda echar un vistazo a algunos de los nombres de semejantes leyendas:
- Manicero. Una gran referencia del rodeo chileno que se hizo con el primer puesto en el Campeonato Nacional de Rodeo en los años 1962, 1965 y 1968.
- Talento. Alcanzó el salón de la fama luego de ganar el Campeonato Nacional de Rodeo en las ediciones de 2000, 2002 y 2007.
- Caduca. Otra gran leyenda del rodeo que consiguió ganar el campeonato hace más de medio siglo, entre los años 1949-1950.
- Potro Arauco. Estuvo presente en las competiciones de Rodeo de Vilcún y en la Tercera Selección de Campeones.
- Prestigio. Ganó el Campeonato Nacional de Rodeo durante el período 1950-1951.
Son muchos los caballos que dejaron su huella en este gran deporte, y todos ellos permanecerán en el salón de la fama como lo que son: esencia pura de la historia y cultura de Chile.
Historias de campeones que marcaron época
Ahora que ya se saben cuáles son algunos de los caballos más icónicos del rodeo en Chile, llegó la hora de mencionar a esos jinetes estrella que se ganaron los corazones de los fanáticos. A continuación, se presentan a algunos de ellos:
- Ernesto Santos y José Gutiérrez (1948 – 1949).
- Manuel Bustamante y Arturo Ríos (1950 – 1951).
- Santiago Urrutia y Atiliano Urrutia (1954 – 1955).
- Ramón Cardemil y Ruperto Valderrama (1962 – 1963).
- Pablo Quera y Raúl Cáceres (1969 – 1970).
- René Guzmán y Boris Guzmán (1981 – 1982).
- Hugo Cardemil y Guillermo Barra (1985 – 1986).
- Jesús R. Bustamante y Vicente Yáñez (1988 – 1989).
- Mario Valencia y Cristián Ramírez (1998 – 1999).
- Sebastián Walker y Camilo Padilla (2002 – 2003).
- Claudio Hernández y Rufino Hernández (2005 – 2006).
- Juan Antonio Rehbein y Bruno Rehbein (2016 – 2017).
Estos son solo algunos de los hitos más recientes de caballo y rodeo. Cada vez hay más estrellas, jinetes que se preparan desde pequeños para alcanzar su cometido: participar en los campeonatos y eventos de rodeo de Chile.
El Futuro del Caballo Chileno en el Rodeo
Tomando en cuenta los hitos del pasado y los que tienen cabida en la actualidad, no queda la menor duda de que el futuro del caballo chileno en el rodeo es muy brillante. Todavía queda mucho por ver, considerando los nuevos talentos, además de nuevas técnicas en torno a la selección y crianza.
Retos y avances en la crianza de la raza
Los entrenadores trabajan en conjunto con los criaderos para mejorar la condición de los caballos chilenos. También toman medidas para mejorar cada aspecto en torno a las próximas generaciones de caballos, a fin de hacerlos tan fuertes y rápidos como sea posible. Así, podrán destacar al máximo en las competencias.
La preservación del caballo chileno en el mundo moderno
No importa cuánto avance la tecnología, el caballo chileno fue y seguirá siendo ícono de la cultura nacional, además de ser base única e irrevocable del rodeo. Tal y como se mencionó anteriormente, hay historia y sentimientos de por medio, y las tradiciones prevalecen en la historia de una nación por generaciones.
Conclusión
Está claro que no se puede hablar de la cultura chilena sin mencionar caballo y rodeo. Y es que, cuando hay historia y tradición de por medio, es imposible hacer a un lado las cosas. Los caballos chilenos permanecieron y permanecen como la máxima expresión del rodeo en el país, pues, con sus dotes, como agilidad, inteligencia, fuerza y más, seguirán en la cima del deporte.Los jinetes y criaderos también destacan por ser los responsables de seleccionar y cuidar a todos estos finos especímenes, muchos de los cuales prevalecen en el salón de la fama del deporte. La dualidad “jinete-caballo” es y siempre será la base del rodeo.