BondUP detecta un cambio en la relación de las personas mayores con la transformación digital.
El segmento etario entre los 55 y 69 años, son los que más quieren aprender de esta tecnología.
El vínculo entre las personas mayores y la tecnología en Chile está atravesando una transformación silenciosa pero sostenida. De acuerdo con un estudio reciente de BondUP, desde febrero más de 2.500 personas han participado en talleres online y presenciales vinculados a Inteligencia Artificial y modelación 3D, confirmando un interés creciente por adquirir competencias digitales con aplicación práctica.
El análisis muestra que la mayor concentración de participantes se ubica entre los 55 y 69 años, segmento que reúne cerca del 80% del total, con especial presencia de los tramos de 60 a 64 y 65 a 69 años, ambos con un 29,1%. En términos generales, la participación se distribuye mayoritariamente en personas entre 55 y 74 años, lo que refuerza la idea de un envejecimiento activo vinculado al aprendizaje continuo.
“Estamos observando un cambio cultural profundo: las personas mayores no están llegando a la tecnología por obligación, sino por convicción”, afirma Michelle Schnitzer, CEO de BondUP, red social de personas +55 que ya agrupa a más de 25 mil usuarios.
Según el estudio, el 74% de los participantes declara que aprende sobre estos temas para mantenerse actualizado, mientras que un 20% busca desarrollar nuevas habilidades y solo un 6% lo hace por ocio.
Desde el punto de vista territorial, el interés se concentra en zonas urbanas. El 73% de los participantes proviene de la Región Metropolitana, seguida por Valparaíso (12,4%), Biobío (4%), Coquimbo (2,7%) y Maule (2,4%). A nivel comunal, destacan Ñuñoa, Santiago, Las Condes, Providencia, Viña del Mar, La Florida, La Reina, Maipú, Puente Alto y La Serena, lo que posiciona a las ciudades como polos de adopción tecnológica en personas mayores.
Los principales contenidos abordados están orientados al uso cotidiano de la tecnología, con énfasis en Inteligencia Artificial para tareas diarias, investigación, creación y edición de imágenes, generación de videos, modelación 3D y desarrollo de productos para impresión 3D. A estos se suman intereses complementarios como Excel, uso de redes sociales y creación de páginas web, ampliando el espectro de habilidades digitales.
“El dato más revelador es que el 80% de las personas quiere profundizar aún más en el aprendizaje de Inteligencia Artificial, lo que confirma que este interés no es puntual, sino sostenido en el tiempo”, concluye Schnitzer.