Buscar
Las claves en la detención de Renato López por el asesinato de Alejandro Correa: escuchas telefónicas, pericias caligráficas y el litigio por un terreno de Quilpué. Está pendiente la desaparición de la esposa del imputado, ocurrida el 2009

Las claves en la detención de Renato López por el asesinato de Alejandro Correa: escuchas telefónicas, pericias caligráficas y el litigio por un terreno de Quilpué. Está pendiente la desaparición de la esposa del imputado, ocurrida el 2009

Fueron muchas las huellas que dejó Renato López Fuentes y que ahora lo tienen en prisión preventiva, imputado como autor intelectual del crimen por encargo del empresario conconino, Alejandro Correa, el pasado 18 de mayo en Bosques de Montemar.

Así lo explicó el fiscal Stefan Kramar, quien entregó importantes antecedentes una vez terminada la formalización del sujeto, el mediodía de ayer miércoles en el Tribunal de Garantía de Viña del Mar.

Y aunque a vista de la opinión pública, las diligencias parecían estancadas, lo cierto es que el Ministerio Público y la PDI tenían un hilo conductor que con el tiempo se fue fortificando para apoyar la tesis con respecto al origen del crimen.

Correa y López se conocían perfectamente, es más, un litigio civil los mantenía enfrentados en los tribunales de Quilpué por la propiedad de un terreno, el mismo paño por el cual el empresario fue amenazado de muerte días antes de su homicidio, hecho que fue denunciado en la fiscalía local.

Incluso, las personas que profirieron las amenazas son conocidas del detenido, quien sabía perfectamente lo que había sucedido con su rival en aquella visita, en donde le pidió a las familias que allí estaban en toma, que salieran porque el terreno donde estaban sería desalojado.

De acuerdo a la versión del fiscal, López en los últimos meses había intentado acercamientos con Correa para buscar una salida pacífica al conflicto, sin embargo, de acuerdo a Kramar, esto no era más que una maniobra para ganar tiempo en preparar la forma de cómo sacarlo del terreno en disputa.

Para probar su responsabilidad en el homicidio, las escuchas telefónicas fueron claves, fundamentalmente las conversaciones en donde buscó asesoría para “sacar a un conocido de la cárcel”, en abierta referencia a Víctor Gutiérrez Londoño, el colombiano de 34 años, quien actuó como “sicario” para cometer el crimen, con un pago que va entre los cinco y diez millones de pesos, cifra que aún no ha sido podido ser precisada en la investigación.

Otro elemento clave fueron las pericias caligráficas a distintos cheques cobrados, a papeles y anotaciones en su agenda, donde los nombres nuevamente se cruzan entre víctima, victimario y sicario.

“Siempre se supo que detrás de la muerte de Alejandro Correa había alguien que mandó a consumar el delito… logramos identificar que Renato López está detrás de este homicidio”, explicó el Fiscal, puntualizando que las pruebas directas que lo vinculan y que motivaron su detención el martes en Miraflores Alto son múltiples y muy clarificadoras, incluso, la información necesaria para que Gutiérrez llegara a la residencia de Correa con el fin de quitarle la vida.

“Hubo coordinación previa para ver lo que debía hacer, contactó al chofer y luego reconocieron el lugar, observaron los movimientos y realizaron una vigilancia el día anterior del asesinato”, explicó Kramar.

Pero hay otro aspecto clave que fue periciado por la PDI en la indagatoria y que fue confirmado por el jefe de la Brigada de Homicidios, el subprefecto Erik Martínez: el cruce de las señales de teléfonos celulares, que sitúan al sicario en el lugar y que brindan claridad de las comunicaciones verbales y escritas entre los involucrados.

La condena que arriesga López va como mínimo en los 15 años de cárcel como autor de homicidio calificado con premeditación, mientras los otros imputados aparecen en el rango de autor material del homicidio calificado (Víctor Gutiérrez), cómplice de homicidio calificado (Melisa Palma), y cómplice del homicidio junto con receptación de arma de fuego (el chofer que trasladó al sicario).

Pero aún hay dos aspectos importantes de determinar; el primero, el origen del arma utilizada para disparar contra Correa, robada el año 2017 y que no estaba dentro del registro de armas que tiene López, ya que al realizar la inspección a su vivienda se encontraron cinco armas inscritas, ninguna de las cuales vinculada al crimen del empresario.

Otra situación pendiente es la desaparición de la esposa de López, Rosa Amelia Huerta Saavedra, desaparecida desde diciembre del año 2009 en Viña del Mar, madre de una hija pequeña al momento de perderse contacto con ella. Hoy la familia de esta mujer reactivó las sospechas sobre el detenido en relación a la responsabilidad que podría tener en la situación de su esposa, en una causa que aparece por el momento sin resolver.

noticias relacionadas

Diputada Bello (FA) presenta recurso de protección en defensa del Parque Andino Juncal ante la amenaza minera
Tribunal Ambiental admite a trámite demanda de alcalde de Concón contra empresa Reconsa por daño ambiental en las dunas
SISS abre expediente de caducidad en contra de Aguas San Isidro en Los Molles
Hospital de Quilpué inició implementación de programa de excelencia en los cuidados BPSO-RNAO junto a otros 22 centro...

Súmate a nuestra multiplataforma con las señales en vivo